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Reflexiones Sufíes

«Quien es subyugado por sus deseos acaba por caer en la indolencia»

"Quien anhela encontrar a Dios, Dios anhela encontrarle."
Autor: Abu Madyan / Ahmed Alawi - Fuente: Webislam

"Cuando mi servidor se Me acerca un palmo, Yo me aproximo a el una braza..."

La indolencia es de dos clases: una se refiere al descuido de las obligaciones con Dios y la otra al desinterés en la búsqueda de Dios —exaltado Sea—, es decir, la falta de deseo por Él. Si a Dios ansias, de igual manera te corresponderá Dios. Como dijo el Profeta —Dios lo colme de paz y de bendición:

"Quien anhela encontrar a Dios, Dios anhela encontrarle."

Otras palabras proféticas de inspiración divina (hadîz qudsî) dicen:

"Cuando mi servidor se Me acerca un palmo, Yo me aproximo a el una braza; cuando acude a MÍ andando, Yo voy hacia él corriendo..."

Y otro dice:

"Yo soy el Compañero de aquél que Me recuerda. Siempre que mi siervo Me busca, Me encuentra.

¿No es esto un puro don y una auténtica gracia? Qué ignorancia la tuya, si buscas lo que carece en sí mismo de existencia y te desentiendes de quien es Causa necesaria de toda existencia. Si tuvieses conocimiento real de lo que hay ante ti no podrías seguir en tu error; Dios está más cerca de tí que tú mismo.
Cuando mis siervos te pregunten sobre Mí díles que Yo estoy Próximo. Atiendo la suplica de guíen Me implora Cuando Me suplíca (2: 186).

Signo del abandono de Dios es descuidar Su búsqueda. El que así obra es cual rezagado que cada día repite: “Mañana me pongo en marcha”, más deja pasar el tiempo. Con qué atino se dijo de ellos:

Satisfechos de sus deseos y tentados por sus intereses,
Pretenden sumergirse en los océanos del amor sin siquiera mojarse.
Pretenden viajar sin moverse de su sitio,
Y antes de ponerse en marcha ya están cansados.
Han preferido quedar Ciegos a ser guiados
Y de mi enseñanza, por envidia, se han apartado.

Dios —bendito y exaltado Sea- desea al siervo más de lo que éste Le desea. Nuestro señor ‛Abd al—Qãdir al—Ŷïlānï, dice en su coloquio íntimo (runāŷã): “Dios —exaltado sea- me dijo: ‘Lo qué más regocija al buscador (tālib) soy Yo y lo que más regocija al Buscado (natlub) es el hombre. Si el hombre supiese el valor que tiene ante Mí, con cada uno de sus soplos repetiría: ¿De quien es hoy el Reino?". (Coran, 40: l6)"

En efecto, Sólo la pérdida de interés nos impide llegar a Él. Hay quien descuida, como hemos dicho, sus obligaciones con Dios. Cree que eso se debe a las condiciones de su destino, pero sólo es una manera de amarse a Sí mismo. Cuando ve claramente que puede conseguir algún beneficio de este mundo pone en él todo su empeño con la excusa de que “los recursos de cada cual están ya escritos en su destino, pero uno debe poner los medios necesarios.” Sin embargo, en la búsqueda de Dios no los pone, ni intenta acercarse a Él con buenas obras; ni se vigila a sí mismo, como si ya estuviese a salvo. La verdad es que no se consideran a salvo del proceder engañoso de Dios más que los condenados (Coran, 7: 99). Si le dices que tema a Dios, dirá que Él es Indulgente. De acuerdo, pero también es Proveedor de todos los bienes (razzāq); ¿por qué pones tanto empeño en conseguirlos y no haces lo mismo para conseguir el perdón? ¿Crees que uno puede comportarse como los condenados al Fuego y esperar el Paraíso? ;Qué gran extravío! Quien obra mal que no espere sino eso mismo (Coran, 6: 160). Ten misericordia de ti porque no podrás afrontar tus obras. Sobre esto dijeron:

Tu cuerpo es delicado y ¡buscas el Fuego!
Haz la prueba en el mundo sensible.
Mira la picadura de la avispa
O el veneno de la víbora, que es peor aún.
Si te falta temor ¡ay de ti!
Provocas la cólera del Señor de las criaturas
Y cada noche Le desafias con ignorancia
Aunque te levantes como sifueras un ejemplo de piedad
Eres la más insolente de sus criaturas
Por la maldad e ignorancia que hay en ti.
Dices: mi Señor es Indulgente.
Es verdad: Indulgente con quien desea.
Pero es tanto Proveedor como Indulgente
¿Por qué no piensas igual de ambos Atributos?
Cuentas con el perdón sin hacer nada,
Pero pones todo tu empeño en tus ganancias,
Cuando Él mismo ha confrmado y asignado
El sustento de todos, pero no el Paraíso.
¿Por que corres detrás de lo que tienes seguro
Y no Cumples las obligaciones que te ha impuesto?
tienes mala opinión de El para unas cosas,
"Y piensas bien, si a tu pasión le conviene, en otras.

Tal es el estado que caracteriza a quien, subyugado por sus deseos, se resigna a la ruptura y el alejamiento. Es la falta del deseo por Dios lo que le produce esto. ;Qué asombroso resulta que uno pueda estar a gusto con la ruptura y con la
separación! Si conociese la posición que tiene junto a su Señor no le sería posible desentenderse de El.

¡Cómo Se han alejado y les complace su desgracia!
A sabiendas, Se fueron por el mal camino.

¡Dios mío¡, vivifica nuestros corazones y llévanos hacia Ti. No tenemos iniciativa ni deseo Si no es por Ti.

Del Fruto de las Palabras Inspiradas. Comentario a las enseñanzas de Abu Madyan de Sevilla, por el sheij Ahmad Al-Alawi. Almuzara, 2007.
Traducción del árabe de Juan José González.

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