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Sufismo Libre y Discernimiento Desde El Amplio Islam

Tomar del sufismo sin ser sufí

 

Sheikha Khadija Radin, de la tariqa Mewlevi
Sheikha Khadija Radin, de la tariqa Mewlevi

Se dice que la palabra árabe tasawuf (de donde viene sufismo” significa “vestirse de lana” (suf), que es sinónimo de pureza. Significa despojarse de los adornos innecesarios y buscar lo simple y sencillo. El musulmán se depura con la práctica del Islam para alcanzar la naturaleza del mismo ser humano, aquella que busca lo original, lo que está en la raíz de las cosas.

Debo aclarar que yo no soy sufí, por lo que reconozco mi exposición como limitada. Sí soy lectora y conocedora de textos y de diversas técnicas sufíes, pero no seguidora de ninguna tariqa, ni de ninguna cadena iniciática humana. Se que con ello estoy perdiendo algo muy valioso, la pertenencia a una comunidad y todos los dones de la experiencia acumulada en las turuq. Y sin embargo, prefiero confiarme enteramente a Al-lâh.

Este rechazo a pertenecer al sufismo institucionalizado se debe a varios motivos:

1. Rechazo como contraria a las enseñanzas más básicas del islam la pretensión de que sin un Sheij (maestro) no es posible la realización espiritual del ser humano. En cualquier caso, debo confesar que nunca he encontrado ninguna persona a la cual considerar como un maestro, con todo lo que significa en el sufismo. 

Entre otras cosas, porque el sufismo real que he conocido:

2. O bien se presenta en la forma edulcorada de la nueva era del tipo "todo es amor", lo cual nos impide realmente tanto conocernos como incorporar la sombra en el proceso de auto-desarrollo.

3. O es bastante tradicionalista en materia de fiqh, conservando todos los tics del patriarcado.

A esto se le añade un cierto fastidio ante muchos discursos sufíes contemporáneos:

4. La mayoría de los textos de autores sufíes actuales son meras repeticiones sin sustancia de la terminología técnica de los grandes maestros del pasado. La incapacidad de presentar sus enseñanzas en un lenguaje renovado no es sino el signo de la ausencia de experiencia real. Todo es nuevo para aquel que ha realizado la experiencia de la unión.

Mi vinculación con el sufismo es por ello libre. La de una musulmana que busca en la tradición aquellos elementos que le permitan vivir el islam aquí y ahora, como un camino de crecimiento interior, de auto-conocimiento y de mejora de uno mismo. El sufismo que me nutre constituye un pozo sin fondo de secretos, un manantial de vida en el cual saciar nuestra sed de amor, pero también recibir algunas claves que nos permitan integrar la sombra y enfrentarnos a la muerte. Al-lâh es la Luz, pero también es las Tinieblas. Al-lâh es el dador de Vida y el Dador de muerte, y aquí es donde el sufí se separa del espejo.

Tensión Islam espiritual / Islam jurídico

Como el propio islam, el sufismo es transhistórico, y sin embargo puede ser útil situarlo en la historia para comprender su posición dentro del universo del Islam. Hablamos de la creación del califato, como un imperio transnacional basado en el Mensaje del Corán y en la praxis profética. Proceso de codificación del mensaje coránico en forma de legislación, de sistema jurídico que abarca aspectos propiamente religiosos con otros claramente sociales, incluyendo un derecho internacional, reglamentación de las transacciones comerciales, castigos corporales, la moral convertida en ley y las limitaciones de los derechos de las mujeres y de las minorías religiosas.

Es en este marco cuando el sufismo se configura como un movimiento dentro del islam, como un recordatorio de que el islam es, ante todo, un camino espiritual que pretende liberar al ser humano y orientarlo hacia Dios. Un camino de superación y de crecimiento espiritual cuyo máximo objeto es Si el islam legalista o jurídico es para la generalidad, existen también gentes consagradas en cuerpo, mente y alma a la búsqueda de la excelencia.

Así pues el sufismo nace en tensión con el islam legalista. Esta tensión se da entre el ta´wîl (hermenéutica espiritual) y una ley establecida por razonamiento deductivo (qiyas), entre vivencia interna y aceptación externa de unas normas deducidas racionalmente de la revelación. El alfaquí normalmente se preocupa de establecer lo correcto y lo incorrecto, deduciéndolo a partir del Corán y de la Sunna. Para el íntimo de Al-lâh la revelación que Dios opera sobre el mundo es constante. Su pretendida cercanía con Dios los desborda. Algunos de ellos se ven abocados a comportamientos contrarios a la norma. Son los malamaties y los maÿnun, los locos de Al-lâh que recorren los caminos de la umma y hacia los que el pueblo siente una atracción instintiva, como hacia aquellos que parecen estar más cerca de Dios, abandonados a Su suerte. De ahí que el llamado ‘culto a los santos’ implique una nostalgia de la experiencia viva de la revelación, en un momento en el cual la Palabra de Dios se ha transformado en dogma.

El ciclo de la santidad (wilayat)

El Sufismo no fue concebido como separado de la esencia del Islam. Todos sus maestros trazaron su iluminación a través de una cadena de transmisión que partía en Muhammad: Silsila. Existe una cadena de transmisión (no únicamente lineal) que va desde Adán hasta Muhámmad, que la paz sea con ellos. Muhámmad es el sello de los profetas y tras la última revelación se inicia el ciclo de la wilayat. Esta palabra se traduce habitualmente como santidad, pero tiene un sentido de complicidad y de compañerismo. El Corán dice que los hombres y las mujeres son walis unos respecto de los otros. Del mismo modo, existe una complicidad entre los hombres espiritualmente iniciados o desarrollados y Dios.

El ciclo de la wilayat: idea de que en cada época existen maestros espirituales que actualizan el sentido interior del Corán. Se pone la atención en Muhámmad como maestro espiritual, como transmisor de conocimiento. Los sufíes citan constantemente y ponen en primer plano dichos del profeta que la religión legalista y meramente externa tiende a obviar, simplemente porque no sabe que hacer con ellos. Por ejemplo: el hecho de que el profeta se comunicase con las cosas, de que afirmase escuchar a los muertos en las tumbas, de que viviese en comunión con todo. También existen algunos aspectos de su trato con sus discípulos que hoy son casi ocultados, como el hecho de que curase heridas con su saliva o de que un rito de iniciación fuese besarse en la boca…

Muhámmad es el sello del ciclo de la profecía y el iniciador del ciclo de la santidad, es al mismo tiempo el portador de un mensaje exotérico, en forma de Sharia revelada, y el transmisor de un mensaje espiritual, de realización interior, la haqiqa. Estos dos aspectos forman un todo. Sin haqiqa la sharia es una cáscara, y sin sharia la experiencia no conduce a la plena realización.

Historia

Comenzando con sus raíces en el tiempo de Muhammad, el Sufismo ha crecido orgánicamente como un árbol de muchas ramas. La causa de la ramificación ha sido con frecuencia la aparición de un maestro iluminado y carismático cuyos métodos y contribuciones a la enseñanza han sido suficientes para comenzar una nueva línea de crecimiento. Un Sufí, en algunos casos, puede ser iniciado en más de una rama para recibir la gracia (baraka) y conocimientos de determinadas órdenes. Siguiendo las etapas que propone Michael Sells, podemos dividir los periodos históricos en:

1. La fase pre-sufí, que incluye la espiritualidad inicial, basada en el Corán, los elementos esenciales del Islam y el Viaje Nocturno del Profeta (miray);

2. el periodo temprano, que incluye las narraciones de las primeras generaciones como Hasan al-Basrî (m. 728), Dhu l-Nun el Egipcio, Rabia al-Adawiyya, Abu Yazid al-Bistami, al-Muhasibi, Yunayd, Abu Talib al-Makki, al-Hakim al-Tirmidhi, hasta Niffari (m. 965). Sus palabras y sus textos han sido transmitidos de forma masiva a través de referencias en textos posteriores;

3. luego le sigue la época formativa de la literatura y la ciencia sufíes, que abarca desde al-Sarrî (m. 1273) hasta Ibn 'Arabî (m. 1240), que marca el final del periodo clásico o de formación, y que abre las puertas al

4. período en el cual se estructuran las diferentes escuelas o hermandades.

5. El período contemporáneo, desde el fin de la formación de los turuq mayores hasta la actualidad.

Este esquema está aquí para mostrar que el sufismo no es una realidad monolítica, sino diversa y compleja. No es necesario pensar las tariqas como mundos cerrados e impenetrables entre sí. Los sufis de una orden pueden visitar las asambleas de otras. Incluso el carisma de un maestro en particular es siempre considerado desde el punto de vista de que es íntegramente un don de Dios. Pero el sufi no se retira necesariamente de la sociedad: no es un monje, y por tanto, las cofradías sufies no son comunidades monásticas.

Se me dirá que el sufismo en su esencia trasciende lo histórico, y por tanto esta clasificación es irrelevante. A esto contestaré que se trata de una pretensión metafísica que pretende eludir la realidad concreta: como todo fenómeno histórico, el sufismo esta sujeto a aculturaciones y transformaciones, ha pasado por diferentes estadios, por períodos gloriosos y otros de decadencia, de espontaneidad y de institucionalización. Sobre todo, en las épocas cuarta y quinta, en el cual se hizo aceptable y entró en connivencia con el poder en determinados contextos, encontrándonos incluso con guerras entre cofradías. Este es el sufismo mayoritario de hoy en día: el de las cofradías institucionalizadas, muy tradicionalistas en todo lo que se refiere al fiqh. Lo cual afecta especialmente a la mujer.

A pesar de las inevitables cosificaciones y el desgaste, el sufismo como movimiento interior, como expresión genuina de la espiritualidad humana, ha seguido alimentando la vida de millones de personas hasta nuestros días. En este sentido puede decirse que el sufismo de las tariqas no es todo el sufismo, sino apenas su institucionalización. Al sufismo le ha sucedido lo mismo que a cualquier otro fenómeno religioso de la historia, encontrándonos con la misma tensión entre la espiritualidad desnuda y la cosificación.

Orígenes meta-históricos del sufismo

Estos son los orígenes históricos, pero desde la perspectiva interior el sufismo no es algo exclusivo del islam histórico, sino un fenómeno eterno y consustancial a la naturaleza humana en su relación con lo divino. En este sentido el sufismo no se quiere diferente del resto de las religiones, y las entiende todas como caminos espirituales antes que como ideologías o doctrinas. Las doctrinas y los dogmas no son sino una cáscara vacía si no son acompañadas de una práctica, de una praxis y de una evaluación constante del adherente de cada religión. ¡Lástima que hoy en día tantos pseudo-maestros hayan olvidado algo tan sencillo e insistan en la fidelidad a las escuelas clásicas de jurisprudencia!

Para comprender esto hay que recuperar el propio significado de la palabra islam como entrega o abandono consciente a Dios. Simplemente, mientras la mayoría de los musulmanes viven el islam de un modo superficial, el adherente del sufismo pretende llevar el islam a sus últimas consecuencias, como un camino de ascensión espiritual, de mejora de su carácter, de pulimentación del ego, de liberación de toda idolatría, especialmente de la más común de las idolatrías: la del propio yo, la pretensión de que somos alguien separado del todo, la pretensión de que somos eternos y de que tenemos el más mínimo poder real.

El sufí es aquel que ha decidido llevar el islam hasta su límite, vivirlo plenamente en cada instante de su vida. No hace de su religión una creencia, sino que intenta vivirla, saborearla plenamente. Para ello, parte de la confianza en que el ser humano es capaz de Al-lâh. Muhammad, dijo que Allah dice: “No me abarcan ni los cielos ni la tierra, pero me abarca el corazón del hombre que se abre hacia mí.”

El camino

Así pues el sufí es aquel que ha decidido emprender este camino, que pasa por la lucha contra el bajo ego, por el perfeccionamiento de su carácter y el revestirse de los más nobles atributos. Para ello es necesario una práctica espiritual estricta, que se pretende solo puede ser guiada por una persona de conocimiento, el sheij o maestro. Algunos libros sufíes son auténticos tratados de psicología, que muestran un conocimiento exquisito del alma humana.

El sufismo nos ofrece toda una serie de prácticas (letanías, cantos, respiración, encierros…) cuyo objetivo es el despertar la visión interior y ser capaces de realizar la ilaha ila Al-lâh, es decir: no hay nada que tenga una realidad separada de la Realidad única. Tomar plena conciencia en cada acto de que nosotros mismos no tenemos realidad alguna separados de la Realidad Única, quiere decir que todos nuestros anhelos o sueños de criatura no son más que vanidades si no están vinculados a Al-lâh, si no nacen de la conciencia de que solo Al-lâh existe, y de que nosotros somos nada. El musulmán aspira a borrarse ante a Al-lâh, a aniquilarse en la divinidad hasta desaparecer. Llegar a ese punto en el cual “Todo perece salvo la Faz de Al-lâh”. Es decir: ser capaz de ver a Al-lâh manifestarse en todo lo creado, incluso en la muerte o en las destrucciones más terribles.

Tras esta aniquilación en Dios, es Dios mismo quien nos entrega la subsistencia. Vivir únicamente sostenido por Al-lâh, sin esperar nada de las criaturas, es el objetivo del sufí, lograr el desapego hacia las formas transitorias. Pero no por medio de la renuncia al mundo, sino mediante la plena conciencia de que todas esas formas transitorias son parte del decreto divino, a través de las cuales nos vamos descubriendo.

El sufismo no es sino el propio islam llevado hasta sus últimas implicaciones, vivido plenamente en cada respiración, en cada latido, de modo que ese abandono total en Dios sea el principio matriz de todos nuestros actos, por pequeños o insignificantes que parezcan. 

Esta es una invitación a tomar del sufismo sin ser necesidad de declararse sufí ni de caer en las redes de ningún Sheij de tres al cuarto, sin necesidad de pasar por el filtro cultural en el cual el sufismo histórico permanece preso.

Pero Allah sabe más.

 

 

El discernimiento espiritual en el Sagrado Qur'an

 

 

Leyendo el Qur'an.
Leyendo el Qur'an.

Introducción

En sí, contemplar los versos del sagrado Qur’an (o de cualquier fuente divina) es –en esencia—un entrenamiento espiritual: un alma que anhela estar en presencia de la Divinidad, escuchando Sus palabras y absorbiendo los significados y la energía que le son inherentes.

Para que ese contacto se de, se requiere de un lenguaje común; un lenguaje que esté a un nivel más profundo que cualquier tipo de comunicación humana. Es el lenguaje de la Vida más intrínseco en el ser humano el que es capaz de decodificar el lenguaje de La Fuente de Toda Vida. Mientras más se desenvuelva la vida intrínseca en nuestro interior, nos volvemos más calificados espiritualmente para escuchar a la Divinidad y para tener un maravilloso diálogo con el Qur’an vivo; el Libro que está impreso en las partes más minúsculas de la creación y en la textura de nuestra naturaleza más íntima y pura.

Así como el lenguaje del Qur’an está más allá de todo lenguaje humano, el mensaje que se encuentra al interior del Qur’an está dirigido a toda la humanidad y no a una tribu o nacionalidad específica; ni siquiera está dirigido a una religión determinada. Lo “humano” es una cualidad del “Ser,” que está más allá de las etiquetas que las personas crean en un mundo de separación y de diferenciación.

El “recipiente” a través del cual fue revelado el Qur’an al Profeta Muhámmad (la paz sea con él) –que es árabe como idioma humano—nos da “pistas” para discernir los significados divinos. No obstante, un experto en el idioma árabe podría no ser capaz de penetrar más profundo que la primera capa que contiene las letras y la sintaxis, si no ha pulido sus herramientas espirituales. Así que, aunque los que leen el Qur’an traducido a otro idioma humano pueden perder algo de la belleza y riqueza de las connotaciones en árabe, nunca estarán privados de comunicarse con el idioma original, que no es árabe ni español ni ninguno otro idioma: es el lenguaje del Espíritu que se abre a los corazones purificados, a las almas verdaderas y las mentes iluminadas.

Cuando está escrito en el mismo Qur’an que nadie sino los puros [de corazón] puede tocar [lo] (56: 79), la primera capa de significado señala el respeto o adab de leer las palabras de Al-lah estando en un estado de ablución. Pero esto no es todo lo que implica. Un alcance más profundo es el siguiente: no podemos tocar los significados sagrados mientras que todas las capas y más capas de manchas creadas por la naturaleza de la materia tanto internas como externas se encuentran como barreras entre nuestra Vida más profunda y la Fuente Divina.

Continuamente necesitamos estar en un proceso de purificación; necesitamos purificarnos a nivel espiritual para poder accesar las capas más profundas. Al ir alcanzando una mayor purificación espiritual, vamos accesando niveles más profundos, ad infinitud. Esto se debe a que en el verso anterior (56: 78) dice del Qur’an que es una escritura divina protegida, y es por ello que necesitamos buscarla en toda la creación y en nuestros propios corazones: nadie sino los puros [de corazón] puede tocar [la]. En presencia de La Divinidad, uno debe estar libre del ser inferior para que lo divino en nuestro interior pueda realmente estar en presencia de la Divinidad para ver y escuchar.

Al abrir nuestras mentes y nuestros corazones a la Fuente del Sagrado Qur’an, encontramos que Él /Ella nos habla desde el interior de nuestro propio ser y no sólo por medio de letras. Descubrimos, de vez en cuando, que “nosotros” todavía tenemos los rasgos de aquél “humano” que los ángeles describen como una criatura que hace maldad y vierte sangre. A veces nos identificamos con los y las puros de corazón, los y las que tienen conocimiento y con los buscadores y las buscadoras de la verdad en su viaje de lograr una vida que tenga propósito y sentido. Y en el comportamiento de aquellos que hacen caso omiso de la vida espiritual, “nosotros” también leemos una parte nuestra que es injusta y muy tonta, y llegamos a darnos cuenta que aún no hemos recibido la Primera Alianza de Al-lah. Nos volvemos conscientes de que ser un “ ser humano” Insan, es en realidad una “cualidad” de la creación que se adquiere por dos vías simultáneas: el esfuerzo personal, y la gracia divina.

¿Quién es Al Insan (el ser humano) para que el Qur’an mencione tantos de sus estados y atributos? Es cada uno de nosotros, tanto hombres como mujeres. Leemos lo siguiente acerca de nosotros mismos:

El ser humano ha sido creado débil. (4: 28)

[Y, no obstante,] ¡ciertamente, el ser humano es en verdad persistente en la maldad, obstinadamente ingrato! (14: 34)

El ser humano es dado a precipitarse (17: 11)

…y cuando le toca la mala fortuna, se desespera. (17: 83)

Pero también somos Al Insan que ha sido honrado sobre todas las criaturas y que llevamos la Alianza de Al-lah. Al obtener discernimiento, él o ella ya no son necios.

El Sagrado Qur’an habla del “discernimiento espiritual” como la esencia del viaje en el que se embarcan que aquellos entre los humanos que están en busca de una vida llena de sentido. Desde el fondo de sus corazones, cada uno y cada una –de una manera u otra—siente la necesidad de saber:

¿Quién soy? (Ya que no les satisface identificarse solamente con el cuerpo físico.)

¿A quién pertenezco? (Sienten una conexión que es más profunda que los lazos familiares, la nacionalidad, la raza, el color e incluso más que la misma religión).

¿Cuál es el propósito de mi vida? (Alcanzar una meta que es más profunda que las metas temporales.)

¿Cómo puedo realizar este propósito? (Estar consciente de que cada meta tiene su propio camino).

¿Cuáles son los obstáculos que me impiden vivir desde mí Ser Real? ¿Qué me impiden alcanzar mi Verdadera afiliación, Meta y Camino en la vida? (Tomar consciencia de lo ilusorio del materialismo, de la sociedad y de la cultura.)

Cuando somos de los que encuentran un sentido en este viaje de búsqueda, encontramos un apoyo espiritual en el Qur’an, así como respuestas a las preguntas que nos hacemos en el Sendero. Cuando el Qur’an describe los atributos de los que están satisfechos sólo con la vida material, descubrimos la parte interna que no está en armonía con la voz interior que nos invita a una vida de mayor profundidad. Podemos discernir las trampas que el ego nos pone continuamente, y en las cuales caemos a ratos. Cuando vemos las trampas con claridad, adquirimos la experiencia necesaria para evitarlas, y nos abrimos a recibir el remedio para nuestros males. Por ello, el Qur’an se describe como una cura para todo [mal] que pueda haber en los corazones de los seres humanos, una Guía y una Misericordia para todos los que creen [en Él]. (10: 57). Cada que menciona a los que no creen, hay una lección para los que creen en Al-lah puesto que los que no tiene fe no les interesa aprender del Qur’an ni de ninguna otra enseñanza.

El Sagrado Qur’an nos cuenta “nuestra” historia de manera muy amplia y completa. Y a cada etapa del Sendero “nos” encontramos en esto o aquello. Escuchemos a la Divinidad mientras Nos habla AHORA, y mientras estamos todavía en esta tierra donde Él /Ella habita en nuestros corazones. ¿Qué Nos está diciendo?

1.- Toda la Creación está sujeta a un orden divino amplio y perfecto:

- CIERTAMENTE, lo hemos creado todo en su justa medida y proporción; (Al Qamar, la luna 54: 49)

- con Él todo es [creado] de acuerdo a su ámbito y a su propósito. (Sura Al Raa'd, el trueno 13: 8)

- aunque no hay animal que camine sobre la tierra ni ave que vuele con sus dos alas, que no forme comunidades como ustedes: ningún detalle hemos descuidado en Nuestro decreto. (Sura Al An'am, el ganado, 6: 38)

- ¡PROCLAMA la infinita gloria del nombre de tú Sustentador: [la gloria de] el Altísimo, que crea [cada cosa], y luego la forma con arreglo a su función, y determina la naturaleza [de todo cuanto existe], y luego lo guía [hacia su plenitud], y que hace brotar el pasto, y después lo convierte en un rastrojo parduzco! (Sura Al-Aála, el Altísimo, 87: 1- 5)

- 2.- Todos los aspectos de la Creación manifiestan la perfección del Orden Divino:

- [y] ni el sol puede alcanzar a la luna, ni la noche usurpar el tiempo del día, pues cada uno navega en su órbita [conforme a Nuestras leyes]. (Sura Ya Sin, Oh tú, ser humano, 36: 40)

Las Leyes funcionan por medio de causa y efecto:

- Y la tierra –la Hemos extendido, y colocamos en ella montañas firmes, y hemos hecho crecer en ella de todo en forma equilibrada. (Sura al-Hichr 15: 19)

- Y DIOS hace caer agua del cielo, dando vida con ella a la tierra, antes muerta: ciertamente, en esto hay en verdad una Señal para gente que [está dispuesta a] escuchar. (Sura Al-Nahl, la abeja, 16: 65)

3.- De acuerdo con el Orden Divino, la humanidad es una creación especial:

El Sagrado Qur’an nos dice que las Señales del Orden Divino están alrededor de nosotros y también en nuestro interior. Si volteamos nuestra mirada hacia nuestro interior, podemos discernir que nosotros, los humanos, tenemos algunos atributos que nos distinguen entre las criaturas. Estos son:

a) Divinidad: Al-lah es el perfecto en cuanto a escuchar, ver y saber, y una vez que Él /Ella nos insufló algo de SU Espíritu, nosotros, los seres humanos, tenemos el regalo de esas capacidades. Los seres humanos se han convertido en parte del poder de la creación:

- y luego lo forma con arreglo a su función, e insufla en él algo de Su espíritu: y les dota [así, Oh gentes,] de oído, de vista, y de sentimientos además de mentes. (Sura al-Sachda, la postración, 32: 9).

- ¡y cuando lo haya formado por completo y haya insuflado en él [algo] de Mi espíritu, caigan postrados ante él! (Sura Sad 38; 72)

b) Responsabilidad; ahora que tenemos en nuestro interior al Espíritu de Al-lah, tenemos la responsabilidad de expresar nuestra divinidad inherente; es la Alianza que llevamos y que debemos regresar:

- Y HE AHÍ que tu Sustentador dijo a los ángeles: “Voy a poner en la tierra a un representante.” (Sura al-Báqara, la vaca, 2: 30)

- En verdad, ofrecimos el compromiso {la Alianza} [de la razón y la volición] a los cielos, a la tierra y a las montañas: pero rehusaron cargar con él por temor. No obstante, el ser humano lo aceptó –pues, en verdad, ha sido siempre propenso a ser injusto, sumamente necio. (Sura al-Ahsab, la coalición 33: 72)

- PUES, EN VERDAD, hemos honrado a los hijos de Adán, y los hemos llevado por tierra y por mar, y les hemos dado sustento de las cosas buenas de la vida, y les hemos favorecido por encima de gran parte de Nuestra creación. (Sura Al-Isra’, el viaje nocturno, 17:70)

c) Libre albedrío:

- Ciertamente, hemos creado al ser humano de una gota de esperma entremezclado, para ponerle [luego] a prueba: y por ello le hemos dotado de oído y de vista. Ciertamente, le hemos mostrado el camino: [y de él depende mostrarse] agradecido o ingrato. (Sura Al-Insan, el ser humano, 76; 2- 3)

- Esto es, realmente, una amonestación: quien quiera, pues, ¡que emprenda un camino (recto) hacia su Sustentador! (Sura Al-Mussammil, el arropado, 73: 19)

- NO CABE imposición en asuntos de fe. Ahora la Verdad se distingue claramente del extravío. (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 256)

- Y di: “La verdad [ha venido ahora] de su Sustentador: así pues, quien quiera, que crea, y quien quiera, que la rechace.” (Sura Al-Kahf, la cueva, 18: 29)

- ¡…que quien quiera encuentre un camino (recto) a su Sustentador! (Sura Al-Furqán, el criterio de la Verdad 25: 57)

Aunque a menudo nos parezca que nuestro libre albedrío es limitado, es una parte intrínseca de la voluntad amplia de la Divinidad. En el Sagrado Qur’an, llegamos a comprender que aún cuando la Voluntad de Dios todo lo abarca, la voluntad parcial del ser humano tiene un papel que desempeñar dentro de la Voluntad Operante mayor; así es como funcionan las cosas de acuerdo al orden divino. Sin embargo, este proceso interactivo no se manifiesta ante nosotros cuando estamos dentro del velo de lo material, y por eso a menudo estamos confundidos entre los dos niveles de la totalidad y de lo parcial. Cuando las cosas van en contra de nuestra voluntad limitada y lo que esperamos de acuerdo a nuestro criterio y juicio relativos, pensamos que no tenemos ningún espacio de libre albedrío, o que este no surte efecto, cuando las cosas nos salen como las hemos planeado y calculado, pensamos que nuestra voluntad es absoluta. El Sagrado Qur’an nos enseña que ambos niveles existen; el uno no niega al otro. En el nivel “absoluto” la voluntad de Al-lah está detrás de todo –bueno o malo—puesto que Su voluntad todo lo abarca:

- A quien Dios quiere, le deja en el extravío; y pone a quien Él quiere en un camino recto. (Sura Al Annam, el Ganado, 6: 39)

- ¡No!, sino que sólo Dios tiene el poder de decidir lo que ha de ser. ¿No saben aún aquellos que han llegado a creer que, si Dios hubiera querido, ciertamente habría guiado (rectamente) a toda la humanidad? (Al-Raad, el trueno, 13: 31)

- Pero si tu Sustentador hubiera querido, no lo habrían hecho (Sura Al Anaam, el ganado 6: 112)

Esto es así porque nada sucede fuera de la Voluntad Amplia de nuestro Sustentador. No obstante, la Voluntad de AL-lah no trabaja de manera caprichosa, es parte de Su Voluntad que funcione de acuerdo con las leyes de la creación, hay causa y efecto de diferentes grados, algunos los conocemos y de muchos otros no sabemos nada.

Un ejemplo:

Dios no otorga Su guía a la gente corrupta. (Al Ma'idah, el ágape, 5: 108)

En el nivel trascendental, es Al-lah quien es plenamente responsable de guiar a las personas en cualquier dirección. Sin embargo, hay diferentes causas para cada uno. En un nivel “limitado” podemos discernir lo que es la corrupción y elegir participar o abstenernos de ella. La Voluntad infinita interactúa con lo que hemos elegido. Si optamos por la corrupción, como consecuencia de ello no estaremos en armonía con estar guiados por el camino recto.

Hay una multiplicidad de versículos que nos dicen que Al-lah no guía a los que son trasgresores, los ingratos, los arrogantes, etc. ahí encontramos una clarificación al hecho de que cada uno de nosotros tiene que desempeñar un rol: podemos –a partir de nuestra voluntad—decidir ser justos, modestos, agradecidos, o de menos intentarlo ser con honestidad. Podemos fortalecer nuestra voluntad y perseverar voluntariamente en lo que discernimos; entonces entra el papel de la Divinidad para apoyarnos, guiarnos, y hacer fructificar nuestros esfuerzos. Viéndolo desde un punto de vista práctico, cuando intentamos incrementar nuestras capacidades para vivir de acuerdo a los que vemos bueno en esta vida, podemos incrementar nuestra armonía, nuestro conocimiento en ambos niveles. Paralelamente, fortalecemos nuestra fe acerca de que no todo lo que sucede a nuestro alrededor depende sólo de nuestra voluntad. Siempre hay aquello que no sabemos. No es un requisito que trabajemos de acuerdo con lo que no conocemos, pero no es lógico decir que no existe porque no lo conocemos. Además, sí se nos pide trabajar de acuerdo con lo que sabemos y conocemos, pero no es lógico pensar que nuestro conocimiento es absoluto.

Así que tenemos ambas naturalezas, la divina y la diabólica, un lado luminoso y un lado oscuro; así es como fuimos creados. Hay un hecho que siempre está presente: ¿cómo interactuamos con ese poder?

El Profeta Muhámmad (saws) dice:

- El demonio existe dentro de la circulación sanguínea del ser humano. (Hadith del Profeta)

- “Una vez tuve un demonio interno pero Dios me apoyo en conquistarlo hasta que se rindió. Ahora sólo me aconseja lo que es bueno.” (Hadith del Profeta)

- Es sólo Satán quien [les] infunde el miedo a sus aliados: así pues, no les teman a ellos, sino a Mí, si es [verdad] que son creyentes. (Sura Al Imran, la casa de Imrán, 3: 175)

Esto significa que un poder muy negativo puede ser un medio para la elevación del ser humano cuando lo sabe manejar, o un medio para su degeneración cuando lo siguen ciegamente. Por medio del discernimiento espiritual podemos distinguir qué pensamientos y qué sentimientos son inspirados por ese poder negativo:

- ¡OH GENTES! Coman de lo lícito y bueno que hay en la tierra, y no sigan los pasos de Satanás: pues, ciertamente, él es enemigo declarado de ustedes. (Sura Al Báqara, la vaca, 2: 168)

- Satanás les amenaza con la pobreza y les incita a la mezquindad, mientras que Dios les promete Su perdón y munificencia. (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 268)

- Y si no fuera por el favor que reciben de Dios y por Su misericordia, habrían seguido a Satán, excepto unos pocos. (Sura An-Nisa, las mujeres, 4: 83)

- Deben de hacer estrechos los caminos del demonio mediante el hambre y la sed (ayunando). (Hadith del Profeta)

6.- De acuerdo con la ley divina, en consecuencia, un ser humano es susceptible tanto a la elevación como a la degradación:

- En verdad, creamos al ser humano en la mejor constitución, y luego lo reducimos a lo más abyecto – excepto los que llegan a creer y hacen buenas obras: ¡pues ésos tendrán una recompensa incesante! (Sura At-Tin, la higuera, 5: 3 – 5)

- ¡CONSIDERA la fugacidad del tiempo! Realmente, el ser humano camina a su perdición excepto aquellos que creen y hacen buenas obras, y se exhortan mutuamente con la verdad, y se exhortan mutuamente a la paciencia. (Sura Al-Asr, la fugacidad del tiempo, 103: 1 – 3)

7.- No estamos solos; la Misericordia es parte de la Ley Divina de la Creación: desde Su Misericordia, Dios nos envía Sus mensajeros a la tierra para manifestar la Luz, la Sabiduría y el Poder, poniéndolos a disposición de los buscadores.

- te Hemos enviado sólo como [prueba de Nuestra] misericordia para todos los mundos. (Sura Al-Anbiya’, los profetas, 21: 107)

- ¡OH GENTES! Ha llegado a ustedes una manifestación de la verdad venida de su Sustentador y les hemos hecho descender una luz clara. (Sura An-Nisa’, las mujeres, 4: 174)

- dimos la escritura divina a Moisés como culminación [de Nuestro favor] a aquellos que perseveraron en hacer el bien, y como exposición clara de todas las cosas, y [como provisión de] guía y misericordia, para que tengan fe en el encuentro [final] con su Sustentador. (Sura Al-Anaam, el ganado, 6: 154)

- E hicimos que Jesús, el hijo de María, siguiera los pasos de esos [profetas anteriores] en confirmación de la verdad de lo que aún quedaba de la Torá; y le dimos el Evangelio, en el que había guía y luz, como confirmación de la verdad de lo que aún quedaba de la Torá, y como guía y amonestación para los conscientes de Dios. (Sura Al-Mai’da, el ágape, 5: 46)

- pues, ciertamente, les hicimos llegar una escritura divina que expusimos clara y sabiamente, –como guía y misericordia para una gente dispuesta a creer.” (Sura al-Aaraf, la facultad de discernimiento, 7; 52)

- Dios ha hecho en verdad descender un recordatorio para ustedes: [ha suscitado] un enviado que les transmite los mensajes claros de Dios, para que él saque de las tinieblas a la luz a los que han llegado a creer y hacen buenas obras. (Sura At-Talaq, el divorcio, 65: 11)

8.- Respondemos a la Misericordia de Dios manifestada en la guía divina de acuerdo a nuestra capacidad de escuchar, ver, razonar y discernir:

- Sólo quienes escuchan [con su corazón] pueden responder a la llamada. (Sura Al-Anaam, el ganado, 6: 36)

- ESTA ESCRITURA DIVINA –sin lugar a duda—es una guía para quienes son conscientes de Dios. (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 2)

- Ciertamente, en todo esto hay en verdad un recordatorio para todo aquel cuyo corazón está despierto–o sea, [aquel] que presta oído con una mente consciente. (Sura Qaf 50: 37)

- Haré que se aparten de Mis mensajes aquellos que sin justificación, se muestran altivos en la tierra: pues, aunque vean todos los signos [de la verdad], no creen en ella, y aunque vean el camino de la rectitud, no lo toman –mientras que si ven el camino del error, lo toman como su [camino]: y esto, por haber desmentido Nuestros mensajes y por haberse desentendido de ellos. (Sura Al-A'raf, la facultad de discernimiento, 7: 146)

- Y si invocan su guía, no les oyen; y aunque creas que te miran, no ven. (Sura Al-'Araf, la facultad de discernimiento, 7: 198)

- [Pero,] en verdad, tú no puedes hacer que oigan los muertos: y no puedes hacer [tampoco] que los sordos [de corazón] escuchen esta llamada cuando [te] dan la espalda y se marchan, como tampoco puedes guiar a los ciegos [de corazón] para que salgan de su error; no puedes hacer que escuchen sino aquellos que [están dispuestos a] creer en Nuestros mensajes, y que se someten a Nosotros. (Sura An-Naml, las hormigas, 27: 80 - 81)

- Y así, la parábola de aquellos que se empeñan en negar la verdad es la de una bestia que al oír el grito del pastor no percibe sino el sonido de una voz y una llamada. Son sordos, mudos y ciegos: porque no usan su razón. (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 171)

9.- El camino de la vida, la luz y el conocimiento es muy diferente del camino de la muerte espiritual, de la oscuridad y la ignorancia.

- ¿ES ACASO aquel que estaba muerto [en espíritu] y al que dimos vida, y al que asignamos una luz para que pueda ver su camino entre los seres humanos –igual que quien está [perdido] entre tinieblas, de las que no puede salir? (Sura Al-Anaam, el ganado 6: 122)

- O [bien, sus obras –de aquellos que niegan la verdad—son] como profundas tinieblas sobre un mar abismal que las olas, encrespadas unas sobre otras, hacen más oscuro, y sobre todo ello nubes [oscuras]: tinieblas sobre tinieblas, [de forma que] si uno saca la mano, apenas la ve: pues, ¡a quién Dios no da luz, no tiene luz en absoluto! (Sura An-Nur, la luz, 24: 40)

- Pues [así es:] el ciego y el vidente no son iguales; ni lo son las tinieblas y la luz; ni la [fresca] sombra y el calor sofocante: (22) como tampoco lo son los vivos y los muertos [de corazón]. (Sura Al-Fatir, el Originador, 35: 19- 22)

- Estas dos clases de personas son como una ciega y sorda y otra que ve y oye. ¿Puede considerarse a estos dos similares en [su] naturaleza? ¿Es que no van a tener esto presente? (Sura Hud 11: 24)

Di: “¿Pueden ser considerados iguales los que saben y los que no saben?” ¡[Pero] sólo tienen presente esto los dotados de perspicacia! (Sura As-Sumar, las multitudes, 39: 9)

10.- El Camino práctico para llegar a ser Siervo de Al-lah tiene dos vertientes:

El Sagrado Qur’an nos enseña que nuestra existencia aquí en la tierra abarca dos niveles que están hechos para asistirnos en nuestra realización como seres humanos. Nuestra divinidad es el centro que es capaz de discernir que la vida en la tierra tiene un propósito que trasciende nuestras aspiraciones materiales.
Y nuestra humanidad es la parte que está equipada con los medios y con las herramientas para alcanzar nuestra meta. El discernimiento espiritual hace que estos dos niveles cooperen entre si, por así decirlo, para lograr la meta. La falta de discernimiento nos vuelve confusos, perdidos y nos hace dudar.

El Qur’an expresa de diferentes maneras la armonía entre estos dos niveles de existencia. La frase “quienes tienen fe y obran de manera recta” se repite varias veces y nos esclarece los dos niveles: tener fe nos señala esa parte en nosotros que discierne lo que “no está al alcance de la percepción”.

Y obrar de manera recta señala aquellos de nuestros actos que reflejan paz, amor, conocimiento, misericordia y compasión derivados de la Divinidad en nuestro interior. El equilibrio entre ambos niveles se denomina “sumisión /entrega/ rendirse a Al-lah” de manera que tanto interna como externamente expresamos la divinidad en acción, y estamos libres de toda devoción a algún aspecto transitorio de la vida. El Qur’an muestra este camino una y otra vez:

- ¡No!, en verdad: todo aquel que someta su ser por entero a Dios, y además obre rectamente, tendrá su recompensa junto a su Sustentador; esos nada tienen que temer y no se lamentarán. (Sura Al-Báqara 2: 112)

- Quien somete su ser por entero a Dios, y además hace el bien, se ha asido en verdad del soporte más firme: y a Dios se remite el desenlace de todos los asuntos. (Sura Luqman 31: 22)

- Así pues, quien espere [con anhelo y temor] el encuentro con su Sustentador [en el Día del Juicio], que haga buenas obras, y que no atribuya parte en la adoración debida a su Sustentador a nadie ni a nada. (Sura Al-Kahf, la cueva, 18: 110)

Entregarnos, rendirnos ante Dios, implica concederle ala parte divina en nuestro interior la posibilidad de crecer y realizarse a través de ser nutrida espiritualmente. Cuando estamos conectados a una fuente de luz y de amor superior, tendremos el poder de discernir qué nos beneficia espiritualmente y qué nos daña. La manera de lograr esta nutrición y crecimiento son los acto de adoración en el sentido más amplio: zikr, meditación, oración ritual y todo tipo de prácticas ascéticas hechas con presencia durante su ejecución. El segundo nivel de obrar de manera recta nos señala toda la acción y comportamiento consciente: perfección en el trabajo, buscar ampliar el conocimiento infinitamente, ampliar el nivel de conciencia, servicio, cooperación, humildad y toda clase de trabajo honesto basado en una orientación clara del propósito de la vida.

Estar en el Camino no quiere decir que todas las personas harán las mismas elecciones ni tomarán las mismas decisiones, ni tampoco que van a interactuar de la misma manera. Sólo quiere decir que hay un Camino claro para que los que busquen la realización como seres humanos lo puedan caminar con devoción; cada uno de acuerdo con su potencial y sus circunstancias.

Y dado que siempre estamos en posibilidad de perder el rumbo en la niebla de lo material, siempre rezamos a Dios pidiéndole su apoyo y su guía. Dios sabe que no es fácil y que todo este asunto requiere de esfuerzo:

- Pero a los que luchan esforzadamente por Nuestra causa –sin duda les guiaremos por caminos que conducen a Nosotros: pues, ciertamente, Dios está en verdad con quienes hacen el bien. (Sura Al-'Aankabut, la araña, 29: 69)

11.- Atributos comunes a los que eligen el Camino del discernimiento espiritual:
a) se encuentran libres a nivel espiritual de concederle un valor absoluto a cosas del reino temporal: poder, dinero… etc. están libres de adorar a dioses falsos (Taghout).

-... por eso, quien rechaza a los poderes del mal (Taghout) y cree en Dios, ciertamente se ha aferrado al soporte más firme, al que nunca cede: pues Dios todo lo Oye, es Omnisciente. (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 256)

b) Disciernen la existencia de la sabiduría No Visible más allá de lo que puedan percibir los sentidos:

- que creen en [la existencia de] lo que está fuera del alcance de la percepción humana, (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 3)

- que cuando les sucede una desgracia, dicen: "En verdad, de Dios somos y, ciertamente, a Él hemos de volver." (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 156)

- aquellos que fueron advertidos por la gente: "La gente se ha reunido contra ustedes; ¡así que témanles!" –pero esto no hizo sino aumentar su fe, y dijeron: "¡Dios nos basta y que excelente protector es!" (Sura Al-Imran, la casa de Imrán, 3: 173)

- [Todo] esto es sólo una prueba Tuya, mediante la cual [Tú] extravías a quien quieres y guías a quien quieres. Tú eres nuestro protector: ¡perdónanos y ten misericordia de nosotros –pues Tú eres el mejor perdonador! (Sura Al-'Aaraf, la facultad de discernimiento, 7: 155)

C) Buscan conectarse a una fuente elevada que los guíe para estar nutridos espiritualmente e iluminados:

- son constantes en la oración (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 3)

- aquellos que creen, y cuyos corazones encuentran sosiego en el recuerdo de Dios (Sura Ar-Raad, el trueno, 13: 28)

- [y] que recuerdan a Dios, de pie, sentados y cuando se acuestan (Sura Al-Imran, la casa de Imrán, 3: 191)

- Y mantente con paciencia al lado de aquellos que invocan a su Sustentador mañana y tarde, buscando Su faz; (Sura Al-Kahf, la cueva, 18: 28)

- los que han llegado a creer aman a Dios por encima de todo. (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 165)

- En verdad, quienes son conscientes de Dios se acuerdan [de Él] cuando les importuna una oscura insinuación de Satán –y ven entonces [las cosas] con claridad, (Sura Al-'Aaraf, la facultad de discernimiento, 7: 201)

y piden perdón desde lo más profundo de sus corazones en las horas antes del amanecer; (Ad-Dariyat, los vientos que arrastran, 51: 18)

- se purifican (Al 'Aála, el Altísimo, 87: 14)

- se volvió a su Sustentador con un corazón libre de maldad, (As-Saffat, los alineados en filas, 37: 84)

- y [piadosos en verdad son] los que, cuando prometen, cumplen sus promesas, y son pacientes en la desgracia, en la adversidad y en los momentos de pánico. (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 177)

- aquellos que son pacientes en la adversidad y que ponen su confianza en su Sustentador. (Sura An-Nahl, las hormigas, 16: 42)

d) Todo su comportamiento se deriva de su fe:

- de lo que les Proveemos como sustento gastan en los demás; (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 3)

- aquellos que gastan [en Su causa] en tiempos de prosperidad y en tiempos de estrechez y refrenan su ira, y perdonan al prójimo porque Dios ama a quienes hacen el bien; (Sura Al-Imran, la casa de Imrán, 3: 134)

- y proveen de comida –sin importar cuan necesitados estén de ella– al necesitado, al huérfano y al cautivo, (Sura Al-Insán, el ser humano, 76: 8)

–[esos] que aman a los que acuden a ellos buscando refugio, y no abrigan en sus corazones rencor alguno por lo que se ha dado a esos, y los prefieren a sí mismos, aunque ellos vivan en penuria (Sura Al-Hashr, la concentración, 59: 9)

- Esos recibirán una recompensa doble por haber sido pacientes en la adversidad, y haber repelido el mal con bien, y haber gastado en los demás de lo que les dimos como sustento (Sura Al-Qasas, la historia, 28: 54)

- los que se apartan de toda frivolidad; (Sura Al Mu'minún, los creyentes, 23: 3)

y los que, cuando se les recuerdan los mensajes de su Sustentador, no se abalanzan sobre ellos [como si fueran] sordos y ciegos (Sura Al-Furqán, el criterio de la verdad, 25: 73)

- que escuchan [atentamente] cuanto se dice [esta buena nueva], y de eso siguen lo mejor (Sura As-Sumar, las multitudes, 39: 18)

- en verdad, estos [tres] competían entre sí en hacer buenas obras; (Sura Al-Anbiya’, los profetas, 21: 90)

- y que dan lo que [deben] dar con el corazón tembloroso de pensar que han de retornar a su Sustentador (Sura Al-Mu'minún, los creyentes, 23: 60)

- y que nunca se llenan de soberbia; (As-Sachda, la postración, 32: 15)

(¿Qué más? Hay muchas más señales que leemos en el Libro de Al-lah revelado tanto en el Qur’an como en las personas.)

12.- Atributos comunes a los que eligen el camino de la degeneración espiritual:
Están presos en la adoración de dioses falsos (pasiones de todos tipos) y actúan impulsados por ellas:

- Y aún así, hay gentes que eligen creer en seres que supuestamente rivalizan con Dios, y les aman como [sólo] Dios debe ser amado, (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 165)

- …sólo siguen sus propios caprichos; y, ¿quién puede estar más extraviado que quien sigue [sólo] sus propios caprichos, sin la guía de Dios? (Sura Al-Qasas, la historia, 28: 50)

- [Son] aquellos cuyas obras se han extraviado en [su afán exclusivo por] esta vida y que, no obstante, piensan que están haciendo buenas obras: (Sura Al-Kahf, la cueva, 18: 104)

- y siembran la corrupción en la tierra… (Sura Ar-Raad, el trueno, 13: 25)

- …seres humanos que tienen corazones con los que no comprenden la verdad, ojos con los que no ven y oídos con los que no oyen. Son como el ganado –¡que va! son aún menos conscientes del camino recto: ¡ellos, precisamente, son los [realmente] inconscientes! (Sura Al 'Aaraf, la facultad de discernimiento, 7: 179)

- No les llega un nuevo recordatorio de su Sustentador que no lo escuchen divertidos, ocupados sus corazones en deleites pasajeros; (Al Anbiya, los profetas, 21: 2, 3)

- los que se empeñan en negar la verdad disputan [con ellos] con argumentos falaces, para suprimir así la verdad y para hacer a Mis mensajes y advertencias blanco de sus burlas. (Sura Al-Kahf, la cueva, 18: 56)

- ¡verdaderamente, les está absolutamente vedado [tan siquiera] oírla! (Sura Ash-Shuaara, los poetas, 26: 212)

- ¡aquellos cuyos ojos habían sido velados de todo recuerdo de Mí porque no soportaban oír [la voz de la verdad]! (Sura Al-Kahf, la cueva, 18: 101)

- Quieren apagar la luz [directriz] de Dios con sus palabras, (Sura At-Taubah, el arrepentimiento, 9: 32)

- …cuando se les recuerda [la verdad], se niegan a tomarla en serio; (Sura As-saffat, los alineados en filas, 37: 13)

- ¡Jamás vino a ellos un enviado del que no se burlaran! (Sura Iá sin, oh tú, ser humano, 36: 30)

- Satán se ha adueñado de ellos y les ha hecho olvidar el recuerdo de Dios. (Al-Muyádala, la que argumenta, 58: 19)

- Dios ha sellado sus corazones y sus oídos, y sobre sus ojos hay un velo; (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 7)

- …gastan de sus bienes en los demás [sólo] para ser vistos y elogiados por la gente, pero no creen en Dios ni en el Último Día; (Sura An-Nisa, las mujeres, 4: 38)

- …no siguen sino suposiciones y sus propias fantasías –aunque ahora en verdad les ha llegado, de su Sustentador, la guía recta. (Sura An-nachm, el despliegue, 53: 23)

- Y, ciertamente, cada vez que les llamaba para que les dieras Tu perdón, se llevaban los dedos a los oídos, se cubrían con sus vestiduras, se mostraban obstinados, y se volvían [aún más] altivos en su soberbia. (Sura Nuh, Noé, 71: 7)

los que son avaros e incitan a los demás a la avaricia, y ocultan lo que Dios les ha dado de Su favor; (Sura An-nisa, las mujeres, 4: 37)

se contentan con la vida de este mundo y no miran más allá, (Sura Iunus, Jonás, 10: 7)

¡…se olvidan de Dios, y entonces Él les hace olvidarse de [lo que es bueno para] sus propias almas! Son ellos, precisamente, los realmente transgresores. (Sura Al-Hashr, la concentración, 59: 19)

todo el [mal] que solían hacer ha cubierto sus corazones de herrumbre. (Sura Al-Mutafiffín, los defraudadores, 83: 14)

ellos prefirieron la ceguera [del corazón] a la guía (Sura Al-Fussilat, expuestos con claridad, 41: 17)

(¿Qué más?)

13.- Es parte del Orden Divino que la puerta está abierta para quién desee pasar por ella:

Ello se debe a que la imperfección es parte de la naturaleza humana: no estamos hechos como ángeles o santos infalibles. Más bien, tenemos la oportunidad de iniciar un viaje espiritual para elevarnos y para hacernos accesibles a la gracia de Dios. Tenemos el potencial para el viaje porque en nuestro interior tenemos una naturaleza pura que puede discernir, y tenemos como regalo el potencial divino de discernir lo verdadero de lo falso por medio de las facultades de escuchar, ver, razonar y sentir. Gozamos de un espacio de libre albedrío para elegir el tipo de vida que más nos acomode; cada uno y cada una de nosotras puede iniciar su viaje de acuerdo a sus habilidades existentes.

Aunque Dios nos hizo a todos Su representante en la tierra, el Qur’an nos dice: y entre ustedes [Él] ha elevado a algunos por encima de otros en rango, para probarles en lo que les ha dado. (Sura Al 'An'aam, el ganado, 6: 165). De manera que a ningún alma se le pide que soporte una carga mayor a sus fuerzas. Pero cada alma tendrá que dar cuenta de sus talentos. El equivocarse y tratar de nuevo son parte de la sabiduría divina. Por eso la Divinidad nos dice:

- Si ustedes no cometieran pecados para después rezar pidiendo perdón, Dios crearía a otra humanidad que cometa faltas, pida perdón, y Dios, entonces, los perdonaría. (Hadith del Profeta)

- Excepto aquellos que se arrepientan, lleguen a creer y hagan buenas obras: pues a esos Dios les transformará sus malas obras [previas] en buenas –ya que Dios es en verdad Indulgente, Dispensador de Gracia, (Sura Al Furqán, el criterio de la verdad, 25: 70)

- DI: “[Así habla Dios:] ‘¡Oh siervos que han transgredido contra ustedes mismos! ¡No desesperen de la misericordia de Dios: ciertamente, Dios perdona todos los pecados –pues, en verdad, sólo Él es Indulgente, Dispensador de gracia!’” (Sura As-Sumar, las multitudes, 39: 53)

14. Nuestra búsqueda de conocimiento es infinita

Aunque la humanidad tiene la capacidad de ser parte del poder de la creación con el que Al-lah los ha dotado, el conocimiento de Al-lah es mayor que lo que sabemos y que lo que es cognoscible.

No podemos juzgarnos a nosotros mismos ni podemos juzgar a otros, sólo podemos discernir y actuar de acuerdo a lo señalado:

- no se tengan, pues, por puros [no se justifiquen] –[porque] Él sabe bien quien es consciente de Él. (Sura An-Nachm, el despliegue, 53: 32)

- LLAMA [a toda la humanidad] al camino de tu Sustentador con sabiduría y con una excelente exhortación, y razona con ellos de la forma más amable: pues, ciertamente, tu Sustentador es quien mejor sabe quien se aparta de Su camino, y es quien mejor sabe quienes están rectamente guiados. (Sura An-Nahl, la abeja, 16: 125)

- Ciertamente, los que han llegado a creer [en esta escritura divina], los que siguen el judaísmo, los sabeos, los cristianos y los zoroastrianos, [por un lado,] y los que están empeñados en atribuir divinidad a algo distinto de Dios, [por el otro,]–ciertamente, Dios decidirá entre ellos el Día de la Resurrección: pues, en verdad, Dios es testigo de todas las cosas. (Sura Al-Hach, la peregrinación, 22: 17)

- CIERTAMENTE, sólo tu Sustentador decidirá entre las personas el Día de la Resurrección sobre todo aquello en lo que solían discrepar (As-Sachda, la postración, 32: 25)

Mientras más nos esforzamos, más nos abrimos a la gracia de Dios, y más aprendemos:

- Dios tiene poder para disponer cualquier cosa, y en verdad Dios abarca todo con Su conocimiento (Sura At-Talaq, el divorcio, 65: 12)

- Sólo Él todo lo Oye, todo lo Sabe (Sura Al Báqara, la vaca, 2: 137)

- Conoce lo está manifiesto ante los seres humanos y lo que les está oculto, mientras que ellos no abarcan de Su conocimiento sino aquello que Él quiere [que abarquen] (Sura Al-Báqara, la vaca, 2: 255)

15. Las dificultades que encontramos en el Camino son un ejercicio espiritual para mejorar nuestra eficiencia.

Como todo en esta vida, cada campo de conocimiento requiere de entrenamiento. Observa a una campeona mientras corre o salta, ¡ha tenido que pasar por entrenamientos muy rigurosos! ¡Cuántas veces se habrá caído! Para llegar a ser campeona, tuvo que estar concentrada, enfocada y saber cuál era su meta.

Tenemos la seguridad de que el entrenamiento físico y el mental se llevan tiempo y esfuerzo, ¿cuánto tiempo y esfuerzo no requerirá el entrenamiento espiritual?
El Qur’an nos dice que todo lo que sucede en nuestras vidas es para que lleguemos a discernir algo que nos pueda ayudar a alcanzar una mayor eficacia espiritual y para atender al significado de la vida:

- y a estos los probamos con bendiciones y también con aflicciones, para que llegaran a enmendarse. (Sura Al-'Aaraf, la facultad del discernimiento, 7: 168)

Parte de lo que sucede se debe al hecho de que carecemos de eficiencia espiritual, y –por lo tanto—somos responsables de causarnos sufrimiento y de causar sufrimiento a otras personas: (pobreza, hambruna, guerras, contaminación, etc.)

- [Dado que se han olvidado de Dios,] la corrupción ha hecho su aparición en la tierra y en el mar como consecuencia de lo que ha hecho la mano del ser humano: y por ello les hará saborear [el daño de] algunas de sus obras, para que vuelvan [al camino recto]. (Sura Ar-rum, los bizantinos, 30: 41)

El hecho de que tengamos algo de dolor y sufrimiento en esta vida es en verdad una misericordia oculta, ya que nos enseña algo y pule nuestros corazones para poder caminar sobre el Sendero de la verdad que lleva a la felicidad eterna y que comienza aquí en la tierra cuando nuestra parte divina se libera de lo ilusorio.
El Qur’an nos dice que debido a Su amor por nosotros, nuestro Sustentador hace que lo que nos sucede en nuestra vida debido a la causa y efecto sea un medio para que podamos discernir nuestra meta última de existencia y no nos desgastemos en balde:

- Pero antes de [condenarles a] ese castigo supremo, les Haremos probar sin duda un castigo más inmediato, para que puedan [arrepentirse y] enmendarse. (Sura As-sachda, la postración, 32: 21)

- …siendo cada signo que les mostrábamos más grande que el anterior: y [una y otra vez] hicimos presa en ellos con el castigo, para que se volvieran [a Nosotros]. (Sura As-sujruf, oro, 43: 48)

A veces, el dolor nos permite descubrir nuestra relación con nuestro Sustentador; de esta manera la adversidad se convierte en una misericordia oculta:

- y les hicimos conocer desgracias y adversidades para que se hicieran humildes (Sura Al-'Anaam, el ganado, 6: 42)

Podemos cambiar la orientación que tenemos hacia el sufrimiento de la vida. No podemos evitar el sufrimiento ya que es parte de la naturaleza de las cosas y del reino terrenal. Pero, cuando nuestro sufrimiento adquiere significado, las cosas cambian dramáticamente. Esto sucede cuando recordamos que el amor de nuestro Sustentador es incondicional, y que no se deleita en hacernos sufrir, ni en torturarnos, humillarnos o castigarnos. En medio de la dificultad encontramos la misericordia divina. No perdamos tiempo en sentimientos de culpa o en quejas, sino esforcémonos en abrir nuestros sentidos espirituales y discernir la lección que debemos aprender; podemos encontrar mucho. Con el tiempo, nos damos cuenta que los tesoros de sabiduría que encontramos en el dolor no nos hubiera sido posible hallarlos de otra manera, y que el tesoro que encontramos a nivel espiritual hace valiosa la experiencia.

Es normal que no anhelemos el dolor y el sufrimiento, y cuando suceden en nuestras vidas no necesitamos prolongarlos culpando a otros y haciéndonos reproches. Al abrir nuestros corazones y nuestras mentes a lo que Dios nos quiere decir, podemos agilizar la salida.

16. La vida venidera es una continuación de esta vida

El Qur’an nos dice que mientras estemos aquí en la tierra, hay un velo. A veces el efecto de lo que hacemos se nos revela parcialmente para nuestro aprendizaje, pero la mayor parte de las veces el resultado de nuestras acciones en la tierra se nos revela al morir.

- Y [ese Día] verás a toda la gente arrodillada [con humildad]: toda la gente será llamada a [hacer frente a] su registro: “¡Hoy serán retribuidos por todo lo que hicieron!” (Sura Al-Yáziya, arrodillada, 45: 28)

- Ese Día se les hará comparecer: ni [siquiera] el más secreto de sus actos quedará oculto. (Sura Al-Háqqa. La exhibición de la verdad desnuda, 69: 18)

- Ese Día será informado el ser humano de lo que hizo y de lo que dejó de hacer. (Sura Al-Qiyama, la resurrección, 75: 13)

- [Y se dirá a todos esos bienaventurados:] “¡Coman y beban complacidos por todo lo [bueno] que adelantaron en días pasados!” (Sura Al-Háqqa, la exhibición de la verdad desnuda, 69: 24)

- [ese Día] cada alma sabrá lo que ha preparado [para sí]. (Sura At-takwir, el obscurecimiento, 81: 14)

- Dirá: “¡Ojalá hubiera proveído de antemano para mi [otra] vida!” Pues, nadie puede castigar como castigará Él ese Día [a los pecadores], y nadie puede atar con ligaduras como las Suyas. (Sura Al-Fayr, el alba, 89: 24- 26)

- Pero nadie será tratado injustamente en lo más mínimo: pues quien sea ciego [de corazón] en esta [vida] seguirá ciego en la Otra Vida, y más alejado aún del camino [de la verdad]. (Al Isra’, el viaje nocturno, 17: 72)

- Y entonces, aquel cuyo peso [de buenas acciones] sea grande en la balanza gozará de una vida placentera (Sura Al-Qária'a, la calamidad repentina, 101: 6- 7)

- [y] suplicarán: “¡Oh Sustentador nuestro! ¡Completa nuestra luz, y perdona nuestros pecados: ciertamente, Tú tienes poder para disponer cualquier cosa!” (Sura Al-Tahrim, la prohibición, 66: 8)

Traducido por Patzia González Baz
Presentado en la reunión de la Sociedad Threshold
en Garrison Institute, Nueva York
del 9-15 de agosto del 2004

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