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Las Preferencias Políticas Determinan Las Relaciones Románticas

O del amor en tiempos de cambios sociopolíticos...

 

Las personas eligen parejas con ideas políticas afines

Un estudio sobre citas online revela la importancia de la política en la selección de compañeros sentimentales

En los portales web y redes sociales de citas se mencionan menos los intereses políticos que el hecho de ser ludópata o tener sobrepeso. Cuando la gente busca una relación duradera, además, las preferencias políticas pasan a ser un factor crucial. A esta conclusión ha llegado un estudio de las universidades americanas de Brown, Miami y Pensilvania, y que ha sido publicado en la revista Evolution and Human Behavior. La investigación se hizo sobre una muestra de casi 3.000 personas de páginas de citas online. Por Maricar García.

 

Fuente: PhotoXpress.
Fuente: PhotoXpress.
Según un nuevo estudio realizado por investigadores estadounidenses, las personas que tienen citas a través de la Red, son reacias a utilizar las preferencias por un partido político para atraer a una pareja potencial. El estudio, publicado en la revista Evolution and Human Behavior y que recoge la Universidad de Brown en un comunicado, muestra que los solteros son más propensos a admitir que tienen exceso de peso en sus perfiles de citas online que a definirse como políticamente liberales o conservadores.

La investigación sugiere que los individuos que tratan de ligar con alguien, a menudo evitan dar a conocer sus inclinaciones políticas. Los resultados del estudio han sido escritos en colaboración por los científicos políticos Rose McDermott, de la Universidad de Brown, Casey A. Klofstad de la Universidad de Miami, y Peter K. Hatemi, epidemiólogo genético de la Universidad Estatal de Pensilvania.

"Dado que sabíamos que las parejas duraderas son políticamente más similares que las relaciones esporádicas, estábamos interesados ​​en ver cómo las personas que buscan una pareja termina con gente que comparte sus valores políticos", explica McDermott. "Esto es muy importante, ya que la ideología política parece ser hereditaria en parte, desde la pareja elegida a los hijos".

Para su estudio, titulado ¿Eres fiel a tu partido político en el dormitorio? El papel de la política para atraer a la pareja, el equipo de investigación tomó una muestra aleatoria de 2.944 perfiles de una página web de citas y examinó si, en ésta, las personas habían manifestado su interés por la política o incluso se posicionaron con un color político concreto.
Rose McDermott. Fuente: Universidad de California en Santa Bárbara.
Rose McDermott. Fuente: Universidad de California en Santa Bárbara.
Resultados de la encuesta

Los resultados revelaron que sólo el 14% de estas personas incluyeron intereses políticos en su perfil, en el puesto 23 del ranking entre las 27 categorías posibles, justo debajo de videojuegos y por encima de la creación de redes de negocios y club de lectura.

Para ver el asunto con perspectiva, los autores señalan que “cuando a estas personas se les pedía que se describiesen en las redes sociales, una mayor proporción de encuestados hablaba de su propio cuerpo -señalando incluso que tenía sobrepeso o algunos kilos de más (17% )-, antes que apuntar datos sobre intereses políticos”.

Otros resultados del estudio señalan que pocas personas estaban dispuestas a expresar una preferencia política muy definida. De los que eligieron la política como uno de sus intereses, la mayoría - el 57% - dijo que su posición política no era radical. Asimismo, las mujeres fueron un 8% menos propensas a informar sobre estos asuntos. Las personas mayores y de alto nivel socioeducativo estaban más dispuestas a expresar sus gustos políticos libremente, tales como extremadamente liberales o ultra conservadores.

Más importante que otras características

Los investigadores señalan que la aparente reticencia a revelar las preferencias políticas es interesante porque estudios previos han demostrado que los cónyuges comparten puntos de vista políticos por encima de cualquier otro rasgo, al contrario que las creencias religiosas. La pregunta que se hacen ahora los investigadores es ¿qué sucede desde que se elige a una pareja hasta que salen juntos, para que personas con los mismos ideales políticos tengan relaciones más duraderas?

Apuntan a dos posibles explicaciones. En primer lugar, que los seres humanos desean ser compatibles en sus relaciones a largo plazo, lo que desde una perspectiva evolutiva debería aumentar la probabilidad de tener descendencia con éxito.

Tal vez las personas no sean selectivas con la política al principio de la relación, pero es probable que busquen compromisos a largo plazo con personas que comparten sus mismos intereses políticos. En segundo lugar, la gente podría elegir pareja a largo plazo basándose en características no políticas pero que se relacionan directamente con las tendencias políticas, como puede ser la religión, por lo que sin querer se clasifica políticamente.

"En algún momento de las citas, y de algún modo, filtramos a las personas que comparten nuestros intereses políticos", ha señalado Klofstad. "Nuestra mejor estimación es que en la mayoría de las personas prefiere abrir miras en sus relaciones esporádicas y citas, sin embargo, a largo plazo prefiere que los gustos políticos sean un requisito esencial para las relaciones duraderas, a pesar de que muchos estadounidenses ni siquiera se interesan por la política", comenta el investigador.

Investigación previa

Los resultados de la presente investigación coinciden con los hallados en otro estudio anterior, que también constató que aunque se dice que “los opuestos se atraen”, la mayoría de la gente se casa con personas de ideas políticas similares

Realizado por politólogos de la Rice University y de la University of Nebraska-Lincoln, de Estados Unidos, en este caso, los especialistas analizaron a más de 5.000 matrimonios estadounidenses. Descubrieron así que los cónyuges parecían seleccionar, de manera instintiva, a parejas con perspectivas sociales y políticas afines.

Asimismo, los investigadores comprobaron que las actitudes políticas están entre las características más fuertes entre las compartidas por las parejas, y que éstas influyen más a la hora de elegir pareja que la personalidad o el aspecto físico.

Un Estudio Mide La Capacidad Conceptual-Relacional En Niños y Adultos Para Determinar Si La Religiosidad Es Innata

Acá hay un problema técnico, lo que el estudio demuestra es la capacidadconceptual- relacional de niños y adultos en forma comparativa. Los niños recurren a conceptos más simples, según su desarrollo cognitivo, mientras que los adultos recurren a lo que manejan en su cognitividad (sus creencias) De ninguna manera el estudio ha medido si es innato o no la tendencia a creer en algo sobrenatural, ya que ello necesita de estudios neuronales, algo que ya se hizo en el caso de la neuroteología. El estudio adolece del error de que sus variables no se apoyan en constructos que reflejen realmente el fenómeno de la Fe. Su marco conceptual no es adecuado para llegar a tales conclusiones.

 

Un estudio cuestiona que la religiosidad humana sea innata

Los adultos tienden más que los niños pequeños a dar explicaciones sobrenaturales a sucesos inusuales

A pesar de que se suele pensar que las creencias sobrenaturales son innatas en el ser humano, los resultados de un estudio reciente realizado por psicólogos de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, sugieren que esta creencia podría carecer de base real. En el estudio, se les contó a niños y adultos historias de hechos inusuales y se les pidió que explicaran las causas de éstos. Se constató así que los pequeños son poco propicios a achacar este tipo de hechos a conceptos como Dios, la suerte o la justicia moral. Por Marta Lorenzo.

 

Fuente: Wikimedia Commons.
Fuente: Wikimedia Commons.
A pesar de que se suele pensar que las creencias sobrenaturales son innatas en el ser humano (algunos expertos afirman que nuestros cerebros están predispuestos a todo tipo de conceptos sobrenaturales), los resultados de un estudio reciente realizado por psicólogos de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, sugieren que esta creencia podría carecer de base real.

La investigadora Jacqui Woolley, de dicha Universidad, y sus colaboradores exploraron el desarrollo de la propensión humana a encontrar sentido en eventos inesperados o cambios y, más específicamente, analizaron el surgimiento en niños y adultos de las explicaciones sobrenaturales o inmateriales a este tipo de hechos.

Propensión a las explicaciones naturales

Según publican los autores del estudio en la revista especializada Journal of Cognition and Culture, a la investigación fueron sometidos un total de 67 niños de 8, 10 y 12 años, y también 22 adultos. A todos se les presentaron escenas que describían sucesos inusuales o inesperados.

Por ejemplo, una de estas escenas mostraba a una persona que robaba pequeñas cantidades de dinero hasta acumular el suficiente como para comprarse un coche que corría mucho. Poco después de comprarlo, se estrellaba con él. Otra escena mostraba a un paciente enfermo de cáncer terminal cuya enfermedad sanaba de repente, milagrosamente.

En otra de las escenas, una mujer que corría regularmente tropezaba el día de su boda y se lesionaba gravemente la pierna, de manera que no podía casarse. Todas estas historias fueron diseñadas para ilustrar sucesos que podrían relacionarse con conceptos como la justicia moral, la intervención divina o la buena o mala fortuna, publica Epiphenom.
Imagen: criswatk. Fuente: Everystockphoto.
Imagen: criswatk. Fuente: Everystockphoto.
Tras leer estos relatos a los niños y a los adultos, los investigadores les preguntaron a todos cómo explicarían ellos los hechos acaecidos en las historias.

En general, los niños no tendieron a ofrecer explicaciones sobrenaturales a cada caso.

En lugar de eso, señalaron posibilidades como que el paciente con cáncer había dormido mucho y por eso había mejorado o que la mujer atlética se había caído el día de su boda porque había tropezado con una piedra.

Los adultos, por el contrario, fueron más propicios a ofrecer explicaciones sobrenaturales. Los científicos constataron asimismo que cuanto mayores eran los niños, más propensos eran éstos a recurrir a explicaciones sobrenaturales para los extraños acontecimientos presentados.

Evaluación de la tendencia

Este experimento fue realizado para evaluar el uso de explicaciones sobrenaturales diversas (justicia moral, Dios, la suerte) por parte de todos los participantes.

Según escriben los autores del estudio, los resultados obtenidos en los cuestionarios indicaron que los adultos apelaron de manera espontánea a las explicaciones sobrenaturales más frecuentemente que los niños.

Una tendencia a las explicaciones con conceptos sobrenaturales fue constatada también entre los niños de más edad (de alrededor de 12 años).

Por otro lado, los participantes de todas las edades dieron a menudo explicaciones diferentes a los mismos hechos, y fueron más propensos a utilizar las explicaciones sobrenaturales en los casos en que las historias tenían un final positivo que en aquéllas con final negativo.

Resultados diversos

Los resultados obtenidos por Woolley y sus colaboradores coinciden en parte con los de otro estudio realizado en 2006 por científicos de las Universidades de Harvard y de Chicago, en Estados Unidos.

En esta otra investigación, en la que se analizó cómo aprenden los niños sobre ciencia y religión, se constató que, para los pequeños, los conceptos religiosos que no pueden demostrarse resultaban menos fiables que los científicos.

Otros estudios previos, sin embargo, han sugerido que existe cierta tendencia natural en el ser humano a creer en lo sobrenatural, como una investigación recientemente culminada por investigadores de la Universidad de Oxford.

Por otra parte, investigaciones realizadas por científicos de la Universidad de Boston demostraron que, incluso en los niños pequeños, existe una tendencia a pensar que el mundo ha sido creado con un propósito. Así, por ejemplo, si se le pregunta a los pequeños “¿por qué existen los ríos?”, una respuesta corriente sería: “para que los peces puedan nadar”.

Esta capacidad de buscar y encontrar un sentido a la realidad constituye una capacidad cognitiva que podría encontrarse en la base de la religiosidad humana (que buscaría un sentido en lo sobrenatural), afirman algunos expertos en cognición.

Por último, el psicólogo especializado en el estudio de la religiosidad humana, Justin Barret, del Centre for Anthropology and Mind de la Universidad de Oxford, cree que el ser humano sí tiene una predisposición innata a creer en lo sobrenatural.

En uno de sus estudios, por ejemplo, Barret constató que niños de tan sólo tres años atribuían espontáneamente habilidades sobrenaturales e inmortalidad a “Dios”, incluso sin haber recibido aleccionamiento alguno sobre Dios o la religión. Asimismo, en su investigación el psicólogo también descubrió que los niños elaboraban historias sobre su vida antes de nacer, acerca de un contexto bautizado como la “pre-vida”, sin que nadie les hubiese inculcado previamente esta idea.

La Religiosidad Con Orientación Ecológica Ayuda A Preservar La Naturaleza

Solo la Espiritualidad podrá salvar al ser humano de su autodestrucción. Ya está comprobado científicamente.

 

Las religiones potencian los comportamientos ecológicos locales

El análisis de la gestión económica y de la religiosidad de una minoría étnica china revela que las tradiciones pueden ayudar a construir un futuro sostenible

Los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Queen, en Canadá, han revelado que la revitalización religiosa sufrida por una minoría étnica china, los “Blang”, está propiciando un mayor cuidado del medioambiente en la región que los Blang. Estos resultados destacan el papel que las tradiciones humanas que reverencian a la naturaleza podrían tener en la construcción de un futuro sostenible. Por Yaiza Martínez.

 


Poblado Blang de Manpo en Yunnan. Fuente: Wikimedia Commons.
Poblado Blang de Manpo en Yunnan. Fuente: Wikimedia Commons.
Los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Queen, en Canadá, podrían ayudar a desarrollar esfuerzos ecologistas y programas de educación medioambiental más adaptados a cada cultura humana.

El profesor James Miller, de la Escuela de Religión y del programa de Estudios Culturales de dicha universidad, en colaboración con la estudiante An Jing, ha descubierto que existe una relación entre la fuerte religiosidad de los llamados Blang, una minoría étnica china, y el desarrollo económico y la ecología de la región en la que los Blang viven.

Según declaraciones de Miller recogidas en un comunicado de la Universidad de Queen: “Nuestra investigación proporciona claras evidencias de que la religión juega un papel clave en la relación de los Blang con sus ecosistemas locales”.

Religión, economía, ecología

Miller añade que la vida religiosa de este pueblo: “no es sólo una cuestión de creencias privadas o de espiritualidad personal, sino un sistema cultural que se interrelaciona claramente con su organización económica y ecológica”.

Los Blang constituyen una minoría étnica china, una de las 56 oficialmente reconocidas por el gobierno de la República Popular China, y conforman una población de unas 82.000 personas que habitan la provincia china de Yunnan.

Antiguamente, los Blang se dedicaban a la agricultura de subsistencia pero, de un tiempo a esta parte, esta minoría ha pasado a dedicarse casi exclusivamente a la producción de hojas de té, que procesadas se convierten en un producto de gran valor.

A partir de las reformas económicas y de posesión de tierras aplicadas por el Gobierno chino en la década de los 80 del siglo XX, los aldeanos Blang fueron convirtiendo sus tierras en centros de producción de té, de manera sostenida. En la actualidad, las plantas de té dominan las terrazas de las faldas de las montañas de la región.

Prohibición durante el festival budista

En su estudio, Miller y Jing pudieron observar que el reciente desarrollo económico derivado de la producción del té está contribuyendo a un resurgimiento de la religión en la zona analizada, a la construcción de nuevos templos y a la celebración de abundantes actividades religiosas.
James Miller y  An Jing, en la aldea blang en la que fue realizada la investigación. Fuente: Universidad de Queen.
James Miller y An Jing, en la aldea blang en la que fue realizada la investigación. Fuente: Universidad de Queen.
Asimismo, los investigadores también constataron que, a medida que la economía ha ido creciendo, la deforestación necesaria para la plantación del té ha impactado negativamente en la biodiversidad y en la gestión del agua de la región.

La solución aportada por los Blang a este problema ha sido la siguiente: durante los tres meses que dura el festival budista anual que se celebra en la zona, y que marca el comienzo de la estación lluviosa, ha sido prohibido cortar grandes árboles.

En otros tiempos, los grandes árboles de la región eran cortados en cualquier momento sólo para la construcción de casas, pero ahora son cortados para la producción de té.

La prohibición temporal de esta actividad, vinculada a una tradición religiosa, está teniendo un efecto positivo en la ecología local, al ralentizar la deforestación. Según los investigadores, este hecho demuestra cómo las religiones indígenas y la cultura pueden fomentar los esfuerzos por proteger el medioambiente.

Una solución posible

James Miller está especializado en estudiar la manera en que las religiones construyen imágenes de la naturaleza e influyen en los valores y en los comportamientos humanos hacia la naturaleza y el entorno.

En su blog, Sustainible China (China sostenible), el investigador explica que los valores religiosos y las ideas son fuentes muy ricas de capital cultural y constituyen recursos vitales para el fomento de un futuro ecológicamente sostenible.

Su investigación se ha centrado en China porque, según Miller, éste es “el país de la Tierra donde actualmente el desarrollo sostenible es más importante”. La razón: China es el país más grande del mundo por población, la segunda economía mundial en términos de producto internacional bruto, y el primer emisor de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

La implantación de la modernidad en China ha supuesto un terrible impacto, porque ha implicado la devastación medioambiental, y también de las tradiciones religiosas y de los valores culturales del país.

Pero, al tiempo que China lucha contra la destrucción de su entorno natural, también está experimentando un resurgimiento del interés por la religión y la espiritualidad. Miller explora ahora la posibilidad de fomentar una nueva filosofía de desarrollo sostenible, que una el conocimiento científico con un reconocimiento renovado de los valores chinos tradicionales de armonía y respeto por los entornos naturales.

Antigua reverencia

El estudio realizado por Miller y Jing en China no es el único llevado a cabo en los últimos años en esta misma dirección. El pasado mes de enero, ya publicamos en Tendencias21 un artículo sobre los trabajos de Stuart Harrop, director del Institute of Conservation and Ecology(DICE) de la Universidad de Kent, en el Reino Unido, en tres puntos del planeta: Sumatra, norte de África y Etiopía.

Con estas investigaciones, el científico y sus colaboradores han intentado medir y comprender el impacto potencial de la ética, las religiones y las culturas en la ecología de estas zonas del mundo.

Por otro lado, en 2010 publicamos los resultados de otra investigación, llevada a cabo por antropólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona, sobre los amazig o bereberes del Alto Atlas de Marruecos. En ella, se constató que las creencias religiosas en esta zona favorecían la gestión sostenible de los territorios.

En general, los especialistas coinciden en señalar que la reverencia antigua hacia el medioambiente presente en la religión y la cultura es una fuerza muy poderosa capaz de detener la destrucción de la biodiversidad, y que la desaparición de estas tradiciones ha dado lugar a una gestión más individualista, basada en el provecho inmediato, de consecuencias nocivas para el medioambiente.

La Ontología Clásica Limitaría A la Computación Biomédica

Las ideas filosóficas podrían no ser válidas para la computación biomédica

Investigadores de la UPM afirman que las ontologías no consideran adecuadamente el conocimiento científico ni los avances en procesamiento de imágenes

Cinco investigadores españoles y uno norteamericano han alertado de las limitaciones científicas de las ontologías biomédicas basadas en ideas filosóficas, en un artículo publicado por la revista especializada Methods of Information in Medicine. Otros diez autores, de los que dos son filósofos, han contraatacado argumentando la validez de estas ideas en el área de la computación y su contribución a la ciencia moderna. La polémica epistemológica está servida.

 

Según Platón, el conocimiento surge de la combinación de creencias y verdades. Fuente:  Idealistarchive.com.
Según Platón, el conocimiento surge de la combinación de creencias y verdades. Fuente: Idealistarchive.com.
Un artículo en la revista Methods of Information in Medicine critica las ontologías computacionales utilizadas en biomedicina, y que están basadas puramente en ideas filosóficas, sugiriendo sus limitaciones científicas. Los autores del trabajo son cinco profesores e investigadores de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid, y uno de la Universidad de Rutgers.

Según informa la Facultad de Informática de la UPM en un comunicado, entre las limitaciones se encontrarían aspectos como la falta de adecuación de los enfoques aristotélicos a diversos aspectos de las ontologías computacionales, la aceptación a priori de una supuesta realidad ontológica externa, la no consideración de aspectos como la organización y emergencia en biología, las diferencias fundamentales de las ontologías de base filosófica clásica con las teorías científicas modernas, y los problemas para abordar otras cuestiones como la representación de formas y estructuras gráficas y de volúmenes.

Evaluación científica necesaria

Los autores de este artículo señalan, además, los problemas que el uso de estas metodologías basadas tan estrictamente en la filosofía pudieran introducir en la biomedicina, desde el punto de vista científico.

Este artículo, el primero publicado en el área de la biomedicina y la informática biomédica con un análisis crítico de estos enfoques filosóficos, sugiere la necesidad de evaluar científicamente las ontologías de base aristotélica.

Por ejemplo, los autores analizan enfoques filosóficos recientes realizados para construir ontologías de formas y estructuras gráficas o visuales (en dos y tres dimensiones) y sugieren que no consideran adecuadamente el conocimiento científico acumulado en estos temas desde Gauss, Euler, Riemann, así como décadas de investigación en procesamiento de imágenes.
Profesor Víctor Maojo, uno de los autores del artículo. Fuente: Departamento de Inteligencia Artificial de la Facultad de Informática de la UPM.
Profesor Víctor Maojo, uno de los autores del artículo. Fuente: Departamento de Inteligencia Artificial de la Facultad de Informática de la UPM.
En su trabajo, los investigadores incluyen numerosas referencias científicas (como Monod, Lorenz o Feynman) que recuerdan el intento, cíclicamente repetido y poco exitoso, de introducir ideas filosóficas clásicas en el mundo científico.

Polémica epistemológica

La crítica formulada en este artículo no ha dejado indiferente a las comunidades filósofica y científica. En otro artículo de respuesta publicado en el mismo número de la revista , diez conocidos autores contestan al artículo del profesor Maojo y sus colaboradores.

Dos de ellos, filósofos, introducen ásperas críticas, argumentando la validez de las ideas filosóficas en el área de las ontologías computacionales y su contribución a la ciencia moderna. Otros, al contrario, indican que la formalización de ontologías restringidas a la filosofía clásica no es adecuada para los modelos computacionales.

Los editores de la revista han escrito, asimismo, un editorial sobre el tema en el que, sin tomar partido, explican los elementos de la discusión para permitir a los lectores que se formen la mejor opinión. La polémica está servida.

Qué son las ontologías computacionales

Las ontologías (computacionales) son conceptualizaciones de un dominio, usadas como referencia para el intercambio de información entre sistemas informáticos y bases de conocimiento semánticamente heterogéneos. Su desarrollo ha facilitado lo que se llama la “web semántica”.

Los investigadores pioneros en el tema decidieron llamar a esta técnica con el nombre de "ontologías", tomando prestando el nombre de la filosofía. Las ontologías, según esta acepción, son muy utilizadas en diversos campos para el manejo de grandes cantidades de datos y conocimiento.

Por ejemplo, multitud de empresas las usan en sus páginas web para organizar la información, así como otros muchos investigadores las usan en sus trabajos, particularmente en la biomedicina. La literatura reciente presenta miles de referencias a ellas.

Años después de ser propuestas, un grupo de filósofos proclamó que las ontologías (computacionales) deben basarse en ideas ontológicas clásicas (filosóficas), argumentando que les darían una mayor claridad, rigor y fundamento científico. Esto ha llevado al desarrollo de metodologías de formalización, basadas en la filosofía aristotélica, de ontologías computacionales, ampliamente aceptadas y usadas actualmente en biomedicina.

Los Papás son Importantes Para la Inteligencia de los Niños y Niñas

En pedagogía esto no es nuevo, hace tiempo se sabe que estadísticamente las niñas y los niños de familias monoparentales (madres solteras) tienen un menor rendimiento escolar a los hijos de familias completas. Existe una base biológica tras este estudio, el hombre al tener una conformación anatómica formada por sus niveles de testosterona, puede imprimir energía y disciplina a sus hijos, más que la madre (que genéticamente es diferente por estar más preparada para el cuidado que para la disciplina) Una prueba más que solo puede haber un mejor y único tipo de familia: La heterosexual monogámica, la más avanzada en términos bioevolutivos. Lo demás es producto de ideas contrarias a la naturaleza humana y a la naturaleza en general. La mal llamada "diversidad sexual" y el "matrimonio homosexual" (que en realidad es homomonio antifisiológico) es pura superstición antinatural y con la ciencia y la ecología he decidido ponerla en su lugar: En el campo de los fanatismos irrazonables. No soy el único que está exponiendo fuertemente esto, en Paraguay somos la mayoría y no queremos nada de cultura que venga confundir y destrozar las bases biológicas de la sociedad. Eso sí lo admito, el matrimonio y la familia están en crisis, justamente por la actual civilización destructora de la naturaleza, algo que Erich Fromm claramente profetizó en su libro "El Arte de Amar".

 

Alejandro Sánchez

 

 

La cercanía con el padre aumenta la inteligencia de los hijos

Un estudio revela que los lazos paternos filiales incrementan, además, el bienestar de los niños

La participación de la figura paterna en la infancia de un niño o de una niña resulta enormemente beneficiosa para la inteligencia y el comportamiento de los pequeños, señala un estudio reciente realizado por especialistas de la Universidad de Concordia, en Canadá. La investigación, realizada sobre una muestra de 138 niños y sus respectivos padres, sugiere, por otro lado, que las más afectadas ante la falta de un padre son las niñas, que pueden sufrir serios problemas emocionales como consecuencia de la ausencia paterna. El departamento de psicología de la Universidad de Concordia espera que este estudio impulse la toma de ciertas medidas por parte del Gobierno canadiense, como el permiso de paternidad. Por Maricar García.

 

Los padres que participan activamente en la crianza de sus hijos pueden ayudar a que éstos sean más inteligentes y tengan un mejor comportamiento, revela una nueva investigación de la Universidad de Concordia, en Canadá.

El estudio, cuyos resultados han sido publicados por la American Psichological Association y han sido también dados a conocer a través de un comunicado de la propia Universidad de Concordia, conllevó un examen a largo plazo sobre cómo los padres pueden influir positivamente en el desarrollo de sus hijos mediante una participación activa en su educación y crianza.

"Los padres hacen importantes contribuciones en el desarrollo de la conducta de sus hijos y la inteligencia", señala Erin Pougnet, una de las autoras del estudio, estudiante de doctorado del Departamento de Psicología de la Universidad de Concordia y miembro del Centro de Investigación en Desarrollo Humano (CRDH).

"En comparación con otros niños con padres ausentes, los niños de padres activos tuvieron durante su infancia temprana y media menos problemas de comportamiento y una mayor capacidad intelectual a medida que crecieron, incluso entre los niños de familia en riesgo de exclusión o con pocos recursos económicos”, explica Pougnet.

Una influencia patriarcal

"Independientemente de si los padres viven o no con sus hijos, la capacidad de los progenitores fija los límites adecuados y la estructura del comportamiento de sus hijos influyendo positivamente en la solución de problemas y la disminución de los trabas emocionales tales como la tristeza, el aislamiento social y la ansiedad", continúa Pougnet.

Un total de 138 niños y sus padres participaron en el estudio y fueron evaluados por los investigadores en tres sesiones separadas. Los niños fueron evaluados en dos fases: de tres a cinco años de edad por un lado, y de nueve a trece años por otra.

Éstos completaron tests de inteligencia, mientras que las madres de los pequeños rellenaron cuestionarios sobre el medio ambiente en casa y los conflictos de pareja. Todos los niños han sido reclutados como parte del mayor proyecto de Investigación de Riesgos de la Universidad de Concordia, un estudio intergeneracional puesto en marcha en el año 1976.

Un mayor impacto en las niñas

Los maestros de escuela también fueron incluidos en el estudio, en calidad de observadores de los comportamientos del niño fuera de los hogares. "Los profesores son una fuente un poco más independiente de información que las madres, los padres o los propios niños", cuenta Pougnet, "ya que la ausencia de un padre puede dar lugar a conflictos en casa, la angustia materna y la angustia del niño”.

 

Erin Pougnet. Fuente: Universidad de Concordia.
Erin Pougnet. Fuente: Universidad de Concordia.

 

 

El estudio encontró que las niñas son las más afectadas por la ausencia de los padres, aunque los investigadores advierten que la ausencia paterna puede fomentar otros problemas como la falta de apoyo o de disciplina.

"Las niñas cuyos padres estaban ausentes durante la mitad de su infancia tenían niveles significativamente más altos de problemas emocionales en el colegio que las niñas cuyos padres estaban presentes", comenta Pougnet.

El papel de las madres cuidadoras

Según estadísticas de 2007, en Canadá existe un número creciente de hogares monoparentales. Tanto es así que se estima que alrededor del 13% de las familias canadienses y el 22% de las familias de Quebec, se componen de hogares donde los padres biológicos están ausentes.

"Aunque nuestro estudio examinó el importante papel los padres en el desarrollo de sus hijos, a los niños sin la presencia de padres no les va necesariamente mal", destaca Lisa A. Serbin, coautora del estudio y profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Concordia y miembro del Centro de Investigación en Desarrollo Humano (CRDH).

"Las madres y otros cuidadores son también importantes. Sin duda, los padres tienen un impacto valioso, pero hay muchas formas alternativas de criar a un niño sano en todos los aspectos e incluso algunos, sin ningún contacto con los padres o con padres distantes, están bien intelectual y emocionalmente”, añade Serbin.

Los resultados, sin embargo, deben ahora animar y alentar a los gobiernos a formular políticas que fomenten el aumento de las fórmulas positivas de contacto entre los niños y sus padres. "Iniciativas como el permiso de paternidad para los hombres y clases para aprender a ser padres enfatizan el rol de padres pueden ayudar a maximizar el desarrollo de los niños desde la primera infancia y la preadolescencia", ha concluido Serbin.

 

 

Aún Se Puede Vivir La Espiritualidad Cristiana Más Allá de la Iglesia-Institución

El artículo de Boff es bastante duro, mas no deja de ser veraz, hay mucho alejamiento de las iglesias cristianas por la conservación de una teología y práctica espiritual anticuada en muchos aspectos; si bien se refiere en específico a la Iglesia Católica, también es aplicable a las demás iglesias cristianas. Desde mi perspectiva es bastante duro el artículo y quizás exagerado así, aunque veraz en algunos aspectos. La Fe siempre tiene que renovarse, si no se renueva no va con la esencia del evangelio, que siempre es renovador, como lo fue Jesucristo al ir más allá de las leyes religiosas judías. El Amor no se puede aprisionar en dogmas para siempre, debe ser guiado por principios trascendentes que orienten y guíen, no por imposiciones que cierren toda alternativa vivencial.

Alejandro Sánchez

 

 
Un aliento para los decepcionados con la Iglesia   

  Actualmente hay mucha decepción con la Iglesia Católica institucional. Se está dando una doble emigración: una exterior, personas que abandonan sencillamente la Iglesia, y otra interior, las que permanecen en ella pero no la sienten ya como un hogar espiritual. Continúan creyendo a pesar de la Iglesia.

No es para menos. El papa actual ha tomado algunas iniciativas radicales que han dividido el cuerpo eclesial. Ha asumido un camino de confrontación con dos importantes episcopados, el alemán y el francés, al introducir la misa en latín; ha articulado una reconciliación rebuscada con la Iglesia de los seguidores de Lebfrevre; ha vaciado las principales intuiciones renovadoras del Concilio Vaticano II, especialmente el ecumenismo, negando absurdamente el título de «Iglesia» a las Iglesias que no sean la Católica y la Ortodoxa; siendo cardenal se mostró gravemente permisivo con los pedófilos; su relación con el sida roza los límites de lo inhumano.

La Iglesia Católica actual se ha sumergido en un invierno riguroso. La base social de apoyo al modelo anticuado del actual papa está formada por grupos conservadores, más interesados en las realizaciones mediáticas, en la lógica del mercado, que en proponer un mensaje adecuado a los graves problemas actuales. Ofrecen un «cristianismo-lexotán» apto para calmar conciencias angustiadas, pero alienado frente a la humanidad sufriente.

Urge animar a estos cristianos en vías de emigración con lo que es esencial en el cristianismo. No lo es seguramente la Iglesia, que no fue objeto de la predicación de Jesús. Él anunció un sueño, el Reino de Dios, en contraposición al Reino de César; Reino de Dios que representa una revolución absoluta de las relaciones, desde las individuales hasta las divinas y cósmicas.

El cristianismo apareció primeramente en la historia como movimiento y como el camino de Cristo. Es anterior a su sedimentación en los cuatro evangelios y en las doctrinas. El carácter de camino espiritual significa un tipo de cristianismo que posee su propio curso. Generalmente vive al margen y, a veces, a distancia crítica de la institución oficial. Pero nace y se alimenta de la fascinación permanente de la figura y el mensaje libertario y espiritual de Jesús de Nazaret. Inicialmente considerado como «herejía de los Nazarenos» (Hechos 24,5) o simplemente «herejía» (Hechos 28,22) en el sentido de «grupillo», el cristianismo fue adquiriendo autonomía hasta que sus seguidores, según los Hechos de los Apóstoles (11,36), fueron llamados «cristianos».

El movimiento de Jesús es ciertamente la fuerza más vigorosa del cristianismo, más que las Iglesias, por no estar encuadrado en instituciones ni aprisionado en doctrinas y dogmas. Está compuesto por todo tipo de gente, de las más variadas culturas y tradiciones, hasta por agnósticos y ateos que se dejan tocar por la figura valiente de Jesús, por el sueño que anunció, un Reino de amor y de libertad, por su ética de amor incondicional, especialmente a los pobres y a los oprimidos, y por la forma como asumió el drama humano, en medio de humillaciones, torturas, y su ejecución en la cruz. Presentó una imagen de Dios tan íntima y amiga de la vida que es difícil prescindir de ella hasta por quien no cree en Dios. Mucha gente dice: «si existe Dios, tiene que ser como el Dios de Jesús».

Este cristianismo como camino espiritual es lo que realmente cuenta. Sin embargo, de ser un movimiento pasó muy pronto a ser una institución religiosa con varios modos de organización. En su seno se elaboraron las distintas interpretaciones de la figura de Jesús que se transformaron en doctrinas y fueron recogidas por los evangelios oficiales. Las Iglesias, al asumir carácter institucional, establecieron criterios de pertenencia y de exclusión, doctrinas como referencia identitaria y ritos de celebración propios. Quien explica tal fenómeno es la sociología, no la teología. La institución vive siempre en tensión con el camino espiritual. Lo óptimo es que caminen juntos, pero eso es raro. Lo decisivo es, en todo caso, el camino espiritual. Éste tiene futuro y anima el sentido de la vida.

El problema de la Iglesia romano-católica es su pretensión de ser la única verdadera. Lo correcto es que todas se reconozcan mutuamente, pues todas ellas revelan dimensiones diferentes y complementarias del mensaje del Nazareno. Lo importante es que el cristianismo mantenga su carácter de camino espiritual. Él puede sustentar a tantos cristianos y cristianas frente a la mediocridad e irrelevancia en la que ha caído la Iglesia actual.

 

 

Leonardo Boff

Superar El Complejo de Dios del Antropocentrismo y el Racionalismo

 

El «complejo de Dios» de la modernidad  

 

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Leonardo Boff, teólogo

La crisis actual no es solo una crisis de escasez creciente de recursos y de servicios naturales. Es fundamentalmente la crisis de un tipo de civilización que ha colocado al ser humano como «señor y dueño» de la naturaleza (Descartes). Ésta, para él, no tiene espíritu ni propósito y por eso puede hacer lo que quiera con ella.

Según el fundador del paradigma moderno de la tecnociencia, Francis Bacon, el ser humano debe torturarla hasta que nos entregue todos sus secretos. De esta actitud se ha derivado una relación de agresión y de verdadera guerra contra la naturaleza salvaje que debía ser dominada y «civilizada». Surgió así también la proyección arrogante del ser humano como el «Dios» que domina y organiza todo.

Debemos reconocer que el cristianismo ayudó a legitimar y a reforzar esta comprensión. El Génesis dice claramente: «llenad la Tierra y sujetadla y dominad sobre todo lo que vive y se mueve sobre ella» (1,28). Después se afirma que el ser humano fue hecho «a imagen y semejanza de Dios» (Gn 1,26). El sentido bíblico de esta expresión es que el ser humano es lugarteniente de Dios, y como Éste es el señor del universo, el ser humano es el señor de la Tierra. Él goza de una dignidad que es solo suya: la de estar por encima de los demás seres. De aquí se generó el antropocentrismo, una de las causas de la crisis ecológica. Finalmente, el monoteísmo estricto suprimió el carácter sagrado de todas las cosas y lo concentró sólo en Dios. El mundo, al no poseer nada de sagrado, no necesita ser respetado. Podemos modelarlo a nuestro gusto. La moderna civilización de la tecnociencia ha ocupado todos los espacios con sus aparatos y ha podido penetrar en el corazón de la materia, de la vida y del universo. Todo venía envuelto con el aura del «progreso», una especie de recuperación del paraíso, en otro tiempo perdido, pero ahora reconstruido y ofrecido a todos.

Esta visión gloriosa empezó a derrumbarse en el siglo XX con las dos guerras mundiales y otras coloniales que produjeron doscientos millones de víctimas. Cuando se perpetró el mayor acto terrorista de la historia, las bombas atómicas lanzadas sobre Japón por el ejército estadounidense, que mataron a miles de personas y destruyeron la naturaleza, la humanidad se llevó un susto del cual no se ha repuesto hasta hoy. Con las armas atómicas, biológicas y químicas construidas después, nos hemos dado cuenta de que no necesitamos a Dios para hacer realidad el Apocalipsis.

No somos Dios y querer serlo nos lleva a la locura. La idea del hombre queriendo ser «Dios» se ha transformado en una pesadilla. Pero él se esconde todavía detrás del «tina» (there is no alternative) neoliberal: «no hay alternativa, este mundo es definitivo». Ridículo. Démonos cuenta de que «el saber como poder» (Bacon) cuando se realiza sin conciencia y sin límites puede autodestruirnos. ¿Qué poder tenemos sobre la naturaleza? ¿Quién domina un tsunami? ¿Quién controla el volcán chileno Puyehe? ¿Quién frena la furia de las inundaciones en las ciudades serranas de Río? ¿Quién impide el efecto letal de las partículas atómicas de uranio, de cesio y de otros elementos, liberadas por las catástrofes de Chernobyl y de Fukushima? Como dijo Heidegger en su última entrevista a Der Spiegel: «sólo un Dios podrá salvarnos».

Tenemos que aceptarnos como simples criaturas junto con todas las demás de la comunidad de vida. Tenemos el mismo origen común: el polvo de la Tierra. No somos la corona de la creación, sino un eslabón de la corriente de la vida, con una diferencia, la de ser conscientes y con la misión de «guardar y cuidar el jardín del Edén» (Gn 2,15), es decir, de mantener las condiciones de sostenibilidad de todos los ecosistemas que componen la Tierra.

Si partimos de la Biblia para legitimar la dominación de la Tierra, tenemos que volver a ella para aprender a respetarla y a cuidarla. La Tierra generó a todos. Dios ordenó: «Que la Tierra produzca seres vivos, según su especie» (Gn 1,24). Ella, por lo tanto, no es inerte; es generadora, es madre. La alianza de Dios no es solo con los seres humanos. Después del tsunami del diluvio, Dios rehizo la alianza «con nuestra descendencia y con todos los seres vivos» (Gn 9,10). Sin ellos, somos una familia menguada.

La historia muestra que la arrogancia de «ser Dios», sin nunca poder serlo, sólo nos trae desgracias. Bástenos ser simples criaturas con la misión de cuidar y respetar a la Madre Tierra.

La Espiritualidad y la Religiosidad Son Innatas a la Naturaleza Humana

El ser humano tiende a creer en dioses y en la vida después de la muerte

Un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Oxford en 20 países revela, además, que personas de culturas muy diversas separan los conceptos de cuerpo y alma

Los resultados de un proyecto internacional de investigación de tres años de duración, realizado en 20 países y dirigido por dos académicos de la Universidad de Oxford sugieren que el ser humano tendría una tendencia natural a creer en dioses o agentes sobrenaturales, así como en la vida después de la muerte. Estudios realizados con niños y adultos revelaron, por ejemplo, que personas de muchas culturas distintas creen instintivamente que su mente, su espíritu y su alma seguirán existiendo después de morir. A raíz de estos hallazgos, los investigadores concluyen que la religiosidad existe para favorecer la cooperación social y que nunca será fácil erradicarla, porque en ella hunde sus raíces el pensamiento humano. Por Yaiza Martínez.

 

Religiones principales y su distribución en el mundo. Fuente: Wikimedia Commons.
Religiones principales y su distribución en el mundo. Fuente: Wikimedia Commons.
Un proyecto internacional de investigación de tres años de duración y dirigido por dos académicos de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, ha descubierto que el ser humano tiene una tendencia natural a creer en dioses o agentes sobrenaturales, así como en la vida después de la muerte.

Según publica la propia Universidad de Oxford en un comunicado, el proyecto implicó a 57 investigadores, que realizaron más de 40 estudios independientes, en un total de 20 países.

Los países escogidos eran representantes tanto de sociedades tradicionalmente religiosas como de sociedades generalmente ateas. De esta forma, la investigación ha abarcado un amplio espectro de culturas y perspectivas.

A partir de los resultados obtenidos en dichos estudios (que fueron tanto analíticos como empíricos), los científicos concluyen que los seres humanos están predispuestos a creer en dioses y en la vida después de la muerte, y que tanto la teología como el ateísmo son respuestas razonadas a un impulso que es básico en la mente humana.

Estudio interdisciplinar

Los investigadores señalan que el proyecto no fue realizado para probar la existencia o no de Dios, sino para tratar de comprender si conceptos como el de la divinidad o la vida después de la muerte pueden ser enseñados o, por el contrario, son expresiones básicas de la naturaleza humana.

Con esta finalidad, “The Cognition, Religion and Theology Project”, como fue bautizada la iniciativa, aplicó una metodología multidisciplinar. La investigación ha combinado así en su desarrollo la antropología, la psicología, la filosofía y la teología.

Los hallazgos obtenidos serán publicados en dos libros escritos por Justin Barrett, investigador del Centre of Antrophology and Mind de la Universidad de Oxford y co-director del proyecto.
Justin Barrett. Fuente: Universidad de Oxford.
Justin Barrett. Fuente: Universidad de Oxford.
Por otra parte, Roger Trigg, también co-director del proyecto e investigador del Centro Ian Ramsey de la Facultad de Teología de la Universidad de Oxford, también ha escrito un libro titulado “Equality, Freedom and Religion” (“Igualdad, libertad y religión”), en el que ha aplicado los resultados de la presente investigación al tema de la libertad religiosa, según informa el propio Centro Ian Ramsey.

Omnisciencia y vida después de la muerte

La Universidad de Oxford publica que algunos de los hallazgos del “Cognition, Religion and Theology Proyect” han sido los obtenidos en estudios realizados por Emily Reed Burdett también de la Universidad de Oxford, y por el mencionado Justin Barrett.

En ellos, se constató que para los niños menores de cinco años es más fácil creer en algunas propiedades sobrehumanas que comprender ciertas limitaciones humanas.

Por ejemplo, en estas investigaciones se preguntó a niños pequeños si sus madres podrían conocer el contenido de una caja, al que en realidad ellas no tenían acceso. A la edad de tres años, los niños solían afirmar que creían que su madre –y Dios- podía saber siempre lo que la caja contenía.

A la edad de cuatro años, sin embargo, los niños comenzaron a comprender que sus madres no eran omniscientes, aunque continuaron creyendo en agentes sobrenaturales que podían conocer y saber todo, como Dios o los dioses.

Por otro lado, experimentos llevados a cabo con adultos, y dirigidos por Jing Zhu, de la Universidad Tsinghua de China, y Natalie Emmons y Jesse Bering, de la Universidad Queen de Belfast, han constatado que los individuos de muchas culturas distintas creen instintivamente que alguna parte de su mente, alma o espíritu vivirá después de su muerte.

La realización de estos estudios demostró que la gente es naturalmente “dualista” por lo general, es decir, que para la mayoría de las personas resulta fácil concebir la separación de la mente y el cuerpo.

Conclusiones

Según Justin Barrett, del análisis del porqué las creencias y las prácticas religiosas persisten en las sociedades de todo el mundo se desprende que los vínculos sociales que propician las religiones favorecen que los individuos cooperen como sociedades.

Por el contrario, añade Barret, “hemos descubierto que es menos probable que la religión prospere en las poblaciones de las ciudades de países desarrollados, en las que ya existen potentes redes de apoyo social”.

Roger Trigg, por su parte, señala que “hemos reunido un corpus de evidencias que sugieren que la religión es un factor común de la naturaleza humana, y que se produce en sociedades muy diversas. Esto supone que los intentos por suprimir la religión tenderán a tener una corta vida porque el pensamiento humano hunde sus raíces en conceptos religiosos, como la existencia de agentes sobrenaturales o dioses, y la posibilidad de que existan la vida después de la muerte o la vida antes del nacimiento”.