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El Racionalismo Puro y Simple Vuelve Más Egoísta y Violento al Ser Humano

Imagen: Portada de una versión cinematográfica de Dr. Jekyll y Mr. Hyde (fundado en la novela "El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde" de 1886)

 

 

EL RACIONALISMO PURO VUELVE MÁS EGOÍSTA Y VIOLENTO AL SER HUMANO. LA CIENCIA AHORA LO CERTIFICA. EL IDEOLOGICISMO Y LAS IDEOLOGÍAS, derivadas del racionalismo, generan más conflictos que soluciones.

El racionalismo, la forma de pensamiento dominante en la humanidad, sistema de pensamiento en el que se basan la mayoría de las ciencias, vuelve al ser humano más egoísta y por tanto le permite ser más violento bajo "justas razones"

En cambio hay otra ciencia y filosofía, fundada en varios sistemas de pensamiento, que van más allá del racionalismo y el logicismo, estas nuevas formas de pensar y vivir la VIDA se engloban dentro del Paradigma Sistémico Emergente en las ciencias (pensamiento ecológico, pensamiento complejo -Morín- pensamiento débil, pensamiento trascendental, etc.) y fortalecen a la Filosofía Holista.

El estudio científico en:

El ser humano es intuitivamente cooperativo

Por el contrario, si reflexiona es más egoísta, revela una investigación

Diez experimentos realizados por investigadores de las universidades de Harvard y Yale, en Estados Unidos, han demostrado que el primer impulso de las personas es cooperar con los demás, mientras que pensar durante más tiempo conduce al egoísmo. Según los autores de la investigación, las evidencias encontradas apuntan a que el aprendizaje y la cultura tienen un papel importante en estos comportamientos.

 

Investigadores de las universidades de Harvard y Yale han puesto a prueba la generosidad humana y han llegado a la conclusión de que el primer impulso es ser cooperativo. Por el contrario, las decisiones reflexionadas llevan a un comportamiento egoísta.

“Hemos demostrado a través de diez experimentos que el primer impulso de las personas es cooperar con los demás, mientras que pensar durante más tiempo conduce al egoísmo”, ha explicado a SINC David Rand, investigador de la Universidad de Harvard y autor principal del estudio que publica la revista Nature.

Las cinco primeras pruebas sondearon el tiempo que invertía la gente en tomar sus decisiones. Los científicos vieron que aquellos que actuaban más rápido tenían una respuesta cooperativa. “Esto sugiere que la cooperación es intuitiva y automática”, asegura Rand.

Otro tipo de experimentos obligó a un grupo de personas a tomar decisiones rápidamente, y a otras, a detenerse y pensar. “Encontramos lo mismo: obligar a la gente a reaccionar rápido incrementó la cooperación, mientras que obligarlos a pensar hizo crecer el egoísmo”, añade el experto.

 

La importancia de la cultura

La prueba definitiva fue relacionar estos resultados con el pensamiento intuitivo y el reflexivo. En lugar de utilizar la velocidad de decisión, antes de decidir qué hacer, los individuos tuvieron que recordar un momento de su vida donde el razonamiento intuitivo o el reflexivo les hubiera resultado satisfactorio.

“Estamos hablando de situaciones en las que existe una tensión entre lo que es mejor para el individuo y lo que es mejor para el grupo. Por ejemplo, agrupamos a los sujetos de cuatro en cuatro y les ofrecimos un poco de dinero para que cada individuo eligiera cuanto se guardaba para sí mismo, y cuanto para contribuir con un proyecto común”, apunta Rand.

Los autores no han investigado si este tipo de cooperación humana es ‘innata’ al individuo. Según el investigador, la evidencia encontrada apunta a que el aprendizaje y la cultura tienen un papel importante en este comportamiento.

Actualmente Rand colabora con psicólogos del desarrollo y primatólogos para saber si este tipo de conducta social humana se reproduce en otras especies.

 

El Ser Humano Busca Más Justicia Que Venganza

El siguiente estudio ha indiciado que el ser humano busca más justicia que venganza a la hora de castigar las conductas de aprovechadores de los sistemas de cooperación sociales. Esto contradice la filosofía y ciencia pesimista e individualista. Al parecer este estudio se suma a otros que indican que es innato en el ser humano buscar valores trascendentes que lo guíen.

 

 

 

¿Es el castigo venganza o justicia?

Área: Psicología — Jueves, 19 de Julio de 2012

 

Según un estudio la venganza no estaría detrás del castigo hacia los aprovechados, sino la justicia.

Foto

Últimamente se han publicado estudios sobre cooperación y cómo incentivarla. Casi todos estos estudios tratan de analizar el papel del castigo en este tipo de relación humana.  
Como individuos somos egoístas, pero si cooperamos todos salimos ganando. No obstante, si dentro de una sociedad cooperativa hay individuos aprovechados entonces éstos son los que más salen ganando, hay un incentivo intrínsecos hacia la “deserción” (es la palabra técnica usada en teoría de juegos para ese caso). El castigo por parte de los demás es la manera de tratar de evitar la proliferación de aprovechados. Lo malo es éste siempre tiene un coste para el que lo aplica, sea un individuo o toda la sociedad.
Aunque el castigo hacia el aprovechado implica un gasto inicial, ese gasto puede verse como un inversión para que los aprovechados cooperen en interacciones futuras. Esto tendría un papel importante a la hora de mantener la cooperación en las sociedades humanas.
En los experimentos de comportamiento que tratan de analizar este tipo de aspectos se ha podido comprobar que los jugadores están dispuestos a castigar a los aprovechados a costa de pagar un precio. El juego del ultimátum, por ejemplo, muestra claramente que preferimos castigar al repartidor a costa de nuestras futuras ganancias si consideramos que el reparto que hizo él no es justo.
Incluso se ha podido comprobar por resonancia magnética nuclear que al que aplica castigo en este tipo de contextos se le activan las zonas del cerebro relacionadas con el placer. Da la impresión de que nacemos con una capacidad para apreciar la justicia y con la necesidad de castigar comportamientos injustos incluso cuando la aplicación de castigo tiene un coste individual para nosotros. Este último aspecto contradice lo mantenido por los economistas tradicionales que sólo consideran aspectos absolutamente racionales en las transacciones económicas en las que sólo se tiene en cuenta el interés propio, pero tiene lógica a la luz de la teoría evolutiva, pues la sociedad humana no hubiera aparecido si algunos aspectos del fomento de la cooperación no fueran genéticos.
Pero se nos plantea una pregunta en este punto. A la hora de aplicar un castigo ¿nos mueve la justicia o la venganza? Hasta ahora se creía que era más bien la venganza la que nos motiva, pero no todos están de acuerdo.
Ernst Fehr y Klaus Schmidt mantuvieron en un trabajo de 1999 que lo que motiva el castigo hacia los aprovechados es la aversión a la desigualdad. Hipotetizaron que ese comportamiento es esencial para la cooperación y que es distinto del deseo de venganza o de “reciprocidad” según el término técnico. Pero no es fácil discernir entre ambos casos, tanto en el mundo real como en los experimentos, así que esto ha sido una cuestión debatida desde entonces.
Nichola Raihani (University College London) y Katherine McAuliffe (Harvard University) han realizado unos experimentos de Psicología Social y llegan a la conclusión de que lo que nos mueve es la justicia y no la venganza. Al parecer, el criterio que se tiene a la hora de aplicar o no el castigo es si la ganancia del aprovechado es superior o no a la ganancia propia.
¿Castigaría a un ladrón que le roba 10 euros porque el acto le cuesta 10 euros o porque él termina con 10 euros más que usted? En una sociedad en donde mucha gente defrauda, ¿castigaría a los demás sólo por defraudar o únicamente cuando defraudan más que usted?
Para estudiar las motivaciones que están detrás de la aplicación del castigo en las relaciones humanas este equipo de investigadores diseño un experimento para ver si el castigo por parte de los humanos se inicia por un deseo de reciprocidad en las pérdidas o por una aversión hacia las ganancias desiguales.
“En estudios previos se había mostrado que el castigo estaba motivado por emociones negativas. Sin embargo queríamos saber precisamente qué hace que la gente quiera castigar a los aprovechados”, dice Raihani. “¿Está el castigo exclusivamente motivado por el deseo de venganza o los individuos juzgan si los aprovechados terminan con más ganancias que ellos para inclinarse por el castigo?”
Aunque las emociones negativas motivan el castigo, no está aún claro por qué estas emociones se producen durante las interacciones con los aprovechados. Una posibilidad para este comportamiento podría ser que las víctimas del engaño experimentan emociones negativas porque el engaño viola las normas de cooperación dentro de la sociedad, de este modo se imponen pérdidas sobre los compañeros cooperativos.
Esclarecer los motivos que motivan el castigo de los aprovechados puede proporcionar ayudar a comprender la función última de castigo punitivo en humanos y, más específicamente, el castigo destinado a promover el comportamiento justo en lugar de simplemente disuadir a los congéneres que se vean tentados a engañar. El conocimiento adquirido podría decirnos mucho acerca del los contextos donde es más probable que se implemente el castigo y además dónde puede ser más efectivo.
A los sujetos se les asignó dos papeles y entonces se distribuía dinero según una de tres maneras posibles. Se encontró que los humanos somos más sensibles a la desigualdad que a las pérdidas cuando se decide si se castiga o no a un compañero de juego aprovechado.
Reclutaron 560 voluntarios para realizar una tarea de intercambio comercial a través de una aplicación en Internet. En una primera ronda a unos se les asigno ser aprovechados y a otros ser engañados. Se formaron parejas que jugaban en tres escenarios distintos.
En el primero el compañero aprovechado empezaba con una cantidad de dinero significativamente menor que el otro. El compañero aprovechado podía elegir robar 20 céntimos, pero esto no incrementaba su fortuna lo suficiente como para igualar a la de compañero.
En el segundo escenario el dinero era distribuido de tal manera que si el aprovechado robaba esos 20 céntimos entonces igualaba la riqueza del mismo.
En el tercer escenario el robo de esos 20 céntimos permitía al aprovechado exceder la cantidad de dinero del compañero robado.
Entonces el compañero robado tenía después la oportunidad de pagar 10 céntimos para castigar al aprovechado.
Los resultados fueron interesantes. En los dos primeros escenarios del experimento la misma proporción de compañeros robados optaron por el castigo del aprovechado pagando ese dinero extra. Incluso algunos pagaron ese precio para castigar a compañeros que en la primera ronda habían decidido no aprovecharse (esto definía una “línea base de comportamiento horrible” según Raihani).
Pero en el tercer escenario, cuando el aprovechado terminaba con más dinero que el engañado, el número de engañados que optaron por castigar fue el doble que en los escenarios anteriores.
Raihani dice que esperaba obtener el resultado opuesto y que dicho resultado apoya la hipótesis del sentido de lo justo en lugar de la hipótesis que aboga por la idea de que lo que motiva el castigo es el deseo de satisfacer un “toma y daca”.
Pero, por otro lado, Herbert Gintis (Instituto Santa Fe) afirma que un fallo en este estudio hace imposible descarta la posibilidad que los participantes engañados busquen venganza. Según él la gente castiga una mala intención y, a pesar de que los participantes eran anónimos en un juego computacional, todos los jugadores engañados sabían que sus compañeros eran personas reales que intentaban hacerles daño. Según este otro investigador, la única manera de descartar la “reciprocidad” (venganza) como factor motivador sería añadir un grupo de control en el que los aprovechados fueran programas de ordenador en lugar de personas.
Ernst Fehr es más positivo respecto a este estudio, según él los datos parecen buenos y muestran que la desigualdad en las distribución de las ganancias tienen un fuerte efecto sobre la decisión de la gente a la hora de castigar o no. Aunque está de acuerdo con Gintis que el trabajo no descarta por completo la influencia de la reciprocidad y que el uso de un grupo de control computacional sería la mejor manera de arrojar algo de luz sobre el asunto. Si la gente castiga a un ordenador de la misma manera que castiga a los humanos aprovechados se tendría la prueba definitiva.
Al parecer ambos expertos proponen esa variante del experimento en serio.

Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3885

Fuentes y referencias:
Nota de prensa.
Notiica en Sciecne.
Artículo original.

 

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Se Evoluciona Más en La Cooperación y Solidaridad Que En La Competición y El Egoísmo

 

 

 

La cooperación potencia el desarrollo de la inteligencia

 

 

 

 

Modelos computacionales y organismos artificiales demuestran, por vez primera, una relación entre la interacción social y el aumento del cerebro

Desde la década de los 70 del siglo XX se cree que la presión de las interacciones sociales pudo propiciar el desarrollo del cerebro, dado que los animales más sociales son también los que tienen un cerebro mayor. Ahora, un equipo de investigadores ha conseguido demostrar por vez primera que esto es cierto. Para hacerlo, utilizaron modelos computacionales de organismos artificiales, con cerebros también artificiales. Estos cerebros comenzaron a desarrollarse y a crecer, a partir de la cooperación entre organismos en el contexto de juegos clásicos, diseñados para reflejar situaciones de la interacción social. Por Yaiza Martínez.

 


Fuente: Trinity College Dublin.
Fuente: Trinity College Dublin.
Los altos niveles de inteligencia de humanos, de otros primates, de ciertos cetáceos y de algunos pájaros siguen siendo un rompecabezas clave para la biología evolutiva, la antropología y la psicología.

En este sentido, durante mucho tiempo, se ha sostenido que las interacciones sociales proporcionaron la presión necesaria para el avance de las habilidades cognitivas. Por ejemplo, la llamada “hipótesis de la inteligencia social” sugiere que las elevadas capacidades cognitivas de algunos primates fueron estimuladas por redes de relaciones sociales mantenidas durante generaciones.

Ahora, un equipo de investigadores del Trinity College Dublin ha conseguido demostrar por vez primera que la evolución de la inteligencia y el aumento del tamaño del cerebro pueden ser potenciados por la cooperación y el trabajo en equipo. Los resultados de su estudio han aparecido publicados en la revista Proceedings of the Royal Society.

Cómo lo hicieron

La demostración se hizo de la siguiente forma. El estudiante de doctorado Luke McNally y el profesor Andrew Jackson, ambos del Trinity College Dublin, en colaboración con Sam Brown, de la Universidad de Edimburgo, desarrollaron modelos computacionales de organismos artificiales, dotados con cerebros también artificiales.

Estos organismos jugaron unos con otros a juegos clásicos creados para reflejar situaciones de la interacción social, como el “dilema del prisionero”, un problema fundamental de la teoría de juegos.

Según publica el Trinity College Dublin en un comunicado, en la simulación, los científicos usaron 50 cerebros simples (modelos de redes neuronales), cada uno de ellos con hasta 10 procesadores internos y 10 nodos de memoria asociados.

Los juegos fueron considerados como una competición y, de la misma forma que en la vida real se favorece a los individuos exitosos, los mejores de estos organismos digitales (definidos por sus puntuaciones en los juegos) fueron castigados en menor medida, por el tamaño de sus cerebros, y se les permitió reproducirse y aumentar la siguiente generación de organismos.
De este modo, permitiendo a los cerebros de los organismos digitales evolucionar libremente en sus modelos computacionales, los investigadores pudieron demostrar que la transición a una sociedad cooperativa propicia una selección más potente de los cerebros mayores.

Además, los cerebros más grandes, esencialmente, desempeñaron mejor sus funciones a medida que se incrementaba la cooperación.

Según escriben los científicos en Proceedings of the Royal Society, el modelo de red neuronal artificial permitió demostrar “que la selección de decisiones eficientes en los dilemas cooperativos puede ser una fuente de presión para que se desarrollen habilidades cognitivas mayores”.

Y añaden: “Los organismos digitales comenzaron a evolucionar hacia cerebros más complejos cuando sus sociedades empezaron a desarrollar la cooperación”.

Entonces emergieron espontáneamente estrategias sociales de los cerebros más grandes y más inteligentes, que desarrollaron una memoria compleja y una mayor capacidad de toma de decisiones en el proceso de los juegos.

Inteligencia artificial para comprender nuestros orígenes

La idea de que las interacciones sociales subyacen a la evolución de la inteligencia existe desde mediados de los años 70 del siglo XX, respaldada por el hecho de que los cerebros más grandes son los de los animales más sociales.

Pero la presente investigación proporciona la primera evidencia de la existencia de una relación entre las interacciones sociales y la evolución de la inteligencia.

El estudio señala, asimismo, la utilidad de los modelos evolutivos de inteligencia artificial para dar respuesta a cuestiones biológicas fundamentales sobre nuestros propios orígenes.

Esto es posible porque dichos modelos combinan los conceptos teóricos sobre evolución con redes neuronales artificiales, con el fin de probar que existe una verdadera relación causa-efecto entre ambos factores.

Gracias a ellos, se ha podido explicar el “extraordinario nivel de inteligencia que define al género humano y lo diferencia del resto de organismos del reino animal”, afirma Luke McNally, una inteligencia “que nos ha permitido desarrollar las artes, la ciencia y el lenguaje”.

Suma de Enlaces Sobre Los Beneficios de La Espiritualidad Desde la Ciencia

La ciencia ya ha certificado a la espiritualidad como un fenómeno con amplios beneficios para el ser humano, la corriente que coordina y combina Ciencia y Espiritualidad (más allá de las religiones) está avanzando.

La Meditación Contemplativa mejora La Salud Y Sana Enfermedades , La Contemplación Espiritual Mejora Al Cerebro En El Procesamiento de Información,El Corazón Predice Mejor Que El Puro Intelecto,La Fe En La Amorosidad Divina Libera de la Profunda Depresión Y Otros Estudios Sobre Beneficios de La Fe,La Espiritualidad Puede Eliminar La Predisposición Al Alcoholismo en Adolescentes, Así como Otras Adicciones,Las Supersticiones Tienen Su Influencia Subjetiva Y Objetiva,El Corazón Siempre Guía A La Mente,La Crisis Personal Como Fuente de Crecimiento Espiritual,Cerebro creyente, cerebro no creyente, La religiosidad es un producto evolutivo que garantiza la cooperación por el bien común , La religión es un eficaz regulador del comportamiento humano, O Superamos El Egocentrismo y Racionalismo O Desaparecemos Como Especie , La neuroteología desvela los beneficios de la meditación y la oración, Las creencias religiosas influyen favorablemente en la gestión de los recursos naturales,La espiritualidad no depende de la madurez psicológica, sugiere un estudio,El cerebro es el creador y beneficiario de la religiosidad,Rezar por otros potencia la capacidad de perdonar, según un estudio,La religiosidad humana hunde sus raíces en nuestras habilidades cognitivas, La Caída podría tener una interpretación antropológica,Los milagros persisten en el mundo moderno ,Creer en lo sobrenatural es una característica común a todos los seres humanos,La Evolución de la Conciencia Desde La Holística,La Verdadera Paz Se Fundamenta En La Espiritualidad Y En El Paradigma Femenino Del Cuidado,La Espiritualidad Disminuyen El Stress y Ayuda a Sobrellevar La Exclusión Social,La Felicidad Depende En Parte de la Devoción del Creyente,El Creer En Dios Disminuye El Stress,La Religiones Cristianas Fomentan El Bienestar y Verdaderas Amistades,Las Creencias Pueden Ser Tan Buenas Como Malas Para La Trascendencia,Las Creencias Religiosas Pueden Ayudar A Preservar La Naturaleza, La fe en Dios aumenta con la edad

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La Contemplación Espiritual Mejora Al Cerebro En El Procesamiento de Información

La meditación hace que el cerebro procese más rápidamente la información

Un estudio revela, además, que existe una relación directa entre el grado de girificación del córtex y el número de años meditando

Las personas que meditan tienen más pliegues (o mayor grado de girificación) en la corteza cerebral, lo que hace que sus cerebros procesen la información más rápidamente que los cerebros de los individuos que no meditan. Además, cuanto más tiempo se lleve meditando, mayor cantidad de pliegues aparecerán en diversas áreas del córtex. Esto es lo que ha revelado un estudio realizado por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles, en el que fueron analizados los escáneres cerebrales de un total de 100 personas, la mitad de ellas practicantes de la meditación durante una media de tiempo de 20 años. Por Yaiza Martínez.

 

Las personas que meditan tienen más pliegues (o mayor grado de girificación) en la corteza cerebral, lo que hace que sus cerebros procesen la información más rápidamente que los cerebros de los individuos que no meditan.

Esto es lo que ha revelado un estudio realizado por investigadores del Laboratorio de Neuroimagen de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), y del que se ha hecho eco la UCLA en un comunicado.

Anteriores evidencias obtenidas en esta misma Universidad habían constatado que el hábito de meditar, mantenido durante años, aumenta el grosor del cerebro y fortalece las conexiones neuronales. Ahora, esta nueva investigación ha constatado que la meditación aporta otro beneficio más al cerebro.

Meditación y neuroplasticidad cerebral

En términos generales, la meditación es la práctica de un estado de atención concentrada sobre un objeto externo, el pensamiento, la consciencia, o el propio estado de concentración.

En el ámbito religioso, la meditación es importante dentro del budismo, pero existen diversas escuelas de meditación, cada una de ellas con sus técnicas específicas.

Por ejemplo, para el budismo zen, la meditación es un estado natural de crecimiento, y para el hinduismo, en las escuelas de yoga y vedānta, la meditación es parte de dos de las seis ramas de la filosofía hindú.

En la práctica budista de Theravāda, por otro lado, la meditación involucra tanto técnicas como samādhi y vipassana, como el desarrollo de la bondad y el conocimiento superior.

Los investigadores de la UCLA, entre los que se encuentra la profesora Eileen Luders, descubrieron concretamente que existe una relación directa entre la cantidad de girificación cerebral y el número de años meditando, lo que, según los científicos, posiblemente constituya una prueba de la neuroplasticidad cerebral o capacidad del cerebro para adaptarse a los cambios del entorno.

 

Objetivo del estudio

La corteza cerebral es la capa más externa del tejido neuronal del cerebro. Entre otras funciones, esta región cerebral juega un papel clave en la memoria, la atención, el pensamiento y la conciencia.

Por su parte, la girificación o el pliegue cortical es el proceso por el cual la superficie del cerebro experimenta cambios que originan estrechos surcos y pliegues, conocidos como giros y surcos. La formación de estas estructuras estimulan e incrementan el procesamiento neuronal.

Por tanto, cuantos más giros y surcos presente el cerebro, mayor capacidad tendrá éste para procesar información, tomar decisiones o crear recuerdos.

Según Luders, lo que se pretendía con la presente investigación era: “Averiguar si existe un vínculo entre la práctica de la meditación y la extensión de las alteraciones cerebrales, es decir, relacionar el número de años de práctica de meditación con el grado de pliegues” (en el cerebro).

Para tratar de desvelar esta incógnita, los científicos realizaron escáneres de resonancia magnética (IRM) a los cerebros de 50 personas que meditaban (28 hombres y 22 mujeres) y compararon los resultados con los escáneres de otros 50 individuos de un grupo de control.

Los escáneres de estas personas del grupo de control se tomaron de una base de datos IRM ya existente, mientras que los escáneres de los individuos que meditaban se obtuvieron en diversas reuniones de meditación.

Las personas que meditaban analizadas habían practicado la meditación durante una media de 20 años. Sus prácticas eran de tipos diversos, como Samatha, Vipassana o Zen, entre otras.

Los investigadores aplicaron métodos de medición del cerebro completo, bien establecidos y automatizados, para analizar la girificación cortical en miles de puntos de la superficie del cerebro.


Fuente: PhotoXpress.
Fuente: PhotoXpress.
Resultados obtenidos

De esta forma, descubrieron pronunciadas diferencias entre ambos grupos de personas (niveles más altos de girificación en los practicantes de la meditación) en amplios tramos del tejido de la corteza, incluido el giro precentral izquierdo, la ínsula dorsal anterior derecha, el giro fusiforme derecho y el cúneo derecho.

Además, los científicos pudieron constatar, a partir de los resultados obtenidos, una relación positiva entre el número de años practicando la meditación y la cantidad de girificación insular.

La ínsula es una estructura ubicada profundamente en la superficie lateral del cerebro, y se cree que funciona como centro de integración de los sistemas autónomo, afectivo y cognitivo. Según Luders, dado que “se sabe que las personas que meditan son maestros de la introspección y de la conciencia, así como del control emocional y de la autorregulación”, tendría sentido el hecho de que cuanto más más se medite, mayor sea el nivel de plegamiento de la ínsula.

Aunque Luders reconoce que la genética y otros factores ambientales podrían haber contribuido también a los efectos observados por los investigadores en el cerebro, afirma que “la relación positiva constatada entre girificación y años de meditación respaldan la idea de que la meditación incrementa la girificación regional” en el cerebro humano. Los científicos han detallado los resultados de su estudio en la revista Frontiers in Human Neuroscience.

Investigaciones anteriores a la realizada por Luders y sus colaboradores han aportado en los últimos años algunas evidencias sobre los beneficios de la meditación para el cerebro.

Entre las más recientes están la realizada, en 2011, por científicos del Massachusetts General Hospital (MGH) de Estados Unidos (en la que se constató que meditar media hora diaria durante ocho semanas ya provoca cambios mensurables en regiones del cerebro relacionadas con la memoria, el sentido del yo, la empatía y el estrés); y la llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte (UNCC), en Estados Unidos, que reveló que con tan sólo un rato corto de meditación durante pocos días los seres humanos pueden aumentar sus capacidades cognitivas.

 

El Corazón Predice Mejor Que El Puro Intelecto

Los místicos siempre lo supieron, hoy la ciencia lo corrobora.

 

Las personas que confían en sus sentimientos predicen mejor el futuro

Científicos descubren un “oráculo emocional” que ayuda a sintetizar información y a adivinar con mayor exactitud lo que va a suceder

Un estudio realizado por investigadores de la Columbia Business School de Estados Unidos ha revelado que las personas que confían en sus sentimientos hacen predicciones más exactas sobre eventos futuros que las personas que no se fían de sus emociones. La razón radica en que los sentimientos constituyen una “ventana privilegiada” con la que sintetizamos toda la información o el conocimiento recopilado, de manera consciente e inconsciente, acerca del mundo que nos rodea. Gracias a esta síntesis, el futuro puede dejar de ser indescifrable, aseguran los autores de la investigación. Por Yaiza Martínez.

 


Fuente: PhotoXpress.
Fuente: PhotoXpress.
Las personas que confían en sus propios sentimientos hacen predicciones más exactas sobre cualquier tipo de eventos futuros que las personas que no se fían de sus emociones.

Al menos esto es lo que sugiere una investigación realizada por los científicos de la Columbia Business School, de Estados Unidos, Michel Tuan Pham y Leonard Lee, en colaboración con el profesor de administración empresarial de la Joseph M. Katz Graduate School of Business de la Universidad de Pittsburgh, Andrew Stephen.

Según publica la Columbia Business School en un comunicado, los investigadores llevaron a cabo ocho estudios en los que se pidió a los participantes que predijeran varios hechos futuros, como quién sería candidato presidencial del partido demócrata estadounidense en 2008 o el éxito de taquilla de diversas películas.

Otras predicciones solicitadas fueron determinar el ganador del American Idol, un concurso musical muy famoso en el país retransmitido por la cadena FOX; los movimientos del índice Dow Jones, el equipo ganador del campeonato de fútbol universitario e incluso el clima.

A pesar de la amplia gama de eventos y horizontes de predicción (en términos del momento en que los hechos a predecir se producirían), los resultados de los ocho estudios revelaron, de manera consistente, que las personas que confiaban más en sus sentimientos eran más propensas a predecir de manera correcta el futuro, en comparación con las personas que no confiaban en sus emociones.

Efecto oráculo emocional

Los investigadores, que han bautizado ya esta capacidad como “efecto oráculo emocional”, aplicaron dos métodos distintos para manipular o medir la confianza de los participantes en sus propios sentimientos, a la hora de hacer predicciones.

En algunos de los ocho estudios, el método empleado fue un estándar de tratamiento de la “confianza en los sentimientos” originalmente desarrollado por el propio Michel Pham a partir de los hallazgos previos de otro investigador, el psicólogo de la Universidad de Michigan, Norbert Schwars.

Schwarz es el autor de una teoría, conocida como hipótesis de “sentimientos-como-información”, que hoy día está considerada una de las más influyentes explicaciones sobre las consecuencias cognitivas de los afectos. Según este psicólogo, cuando la gente hace juicios sobre un tema, confía en sus emociones como diagnosticadoras de información sobre dicho tema, lo que da lugar a juicios a menudo acertados, y a veces erróneos.


Michel Tuan Pham. Fuente: Columbia Business School.
Michel Tuan Pham. Fuente: Columbia Business School.
En el resto de los experimentos, Pham y sus colaboradores simplemente midieron la manera en que los participantes confiaban en sus sentimientos en general, a la hora de hacer sus predicciones.

Independientemente del método utilizado, los participantes que confiaban en sus emociones predijeron con mayor exactitud el futuro, que los voluntarios con escasa confianza en sus sentimientos, y también que otras personas de un grupo de control.

Ejemplos de superioridad predictiva

Por ejemplo, en uno de los estudios se les preguntó a los voluntarios por la “carrera” electoral que en 2008 enfrentaba a Clinton y Obama, como candidatos a la presidencia de Estados Unidos.

En este caso, los participantes que confiaban en sus emociones predijeron correctamente que las elecciones las ganaría Obama en un 72% de los casos. En el grupo de personas que no confiaban en sus sentimientos, el porcentaje de aciertos fue del 64%.

En el caso de la predicción del ganador del concurso American Idol, los voluntarios que confiaban en sus emociones acertaron en un 41% de los casos, mientras que las personas que no confiaban en sus sentimientos acertaron tan sólo en un 24% de los casos.

Por último, cuando se les preguntó a los participantes por los niveles futuros del índice bursátil Dow Jones, aquéllos que confiaban en sus emociones acertaron en sus predicciones un 25% más que el resto de los encuestados.

La causa: una ventana privilegiada

Según los autores de la investigación, existe una explicación para este “efecto oráculo emocional”. Concretamente, Pham ha elaborado una teoría propia, a la que ha bautizado como “hipótesis de la ventana privilegiada”.

En el comunicado de la Columbia Business School, el científico explica dicha hipótesis de la siguiente forma: “Cuando confiamos en nuestros sentimientos, éstos sintetizan todo el conocimiento y la información que hemos recopilado de manera consciente e inconsciente sobre el mundo que nos rodea. Es este conocimiento acumulado, que nuestros sentimientos sintetizan para nosotros, lo que nos permite hacer mejores predicciones. En cierto sentido, nuestras emociones nos proporcionan el acceso a una ventana privilegiada de conocimiento e información, una ventana que queda bloqueada cuando empleamos una forma de razonamiento más analítica”.
En concordancia con esta teoría, los investigadores señalan que, por tanto, es necesaria cierta cantidad de conocimientos relevantes para hacer predicciones exactas sobre el futuro.

Esto fue constatado en un momento de la investigación, cuando se les pidió a los participantes que adivinaran qué tiempo haría. Aunque de nuevo fueron mejores prediciendo el clima los voluntarios que confiaban en sus emociones que el resto de participantes, esta superioridad sólo se dio cuando se les preguntó por el tiempo en su región, y no cuando se les pidió que adivinaran el clima de Pekín o de Melbourne.

Según Leonard Lee, esta incapacidad para predecir se debe a que los voluntarios no poseían conocimientos básicos que les pudieran ayudar a adivinar lo que sucedería, por más que confiaran en sus emociones.

Como conclusión, los investigadores afirman que, con una base de conocimientos apropiada y si aprendemos a confiar en nuestros sentimientos, el futuro no resultará totalmente indescifrable.

Los resultados de esta investigación aparecerán próximamente publicados en el Journal of Consumer Research, y han sido presentados este mismo mes de febrero en las jornadas Ideas at Work organizadas por la Columbia Business School.

La Crisis Económica y Sociolaboral Destruye Matrimonios Débiles

Sin Fe no hay Esperanza, sin Esperanza no hay Amor. Lo que refleja este estudio es que el modelo de "falso romance" que da lugar al "falso matrimonio" está en declive por la crisis económica, que en realidad es crisis de civilización, crisis de un modelo cultural basado en el consumismo individualista. Este enfoque distinto del estudio parte de un marco teórico integral (holístico) más amplio que el usado en el estudio, que no abarcó más variables y constructos, necesarios para entender mejor la complejidad y síntesis de la realidad subyacente tras el fenómeno socioemocional descripto.

 

El estrés laboral está acabando con los matrimonios

 

 

Erich Fromm en su libro "El Arte de Amar" ya profetizó esto por simple deducción sicosocial, derivada del individualismo reinante en la actual civilización.

 

Un nuevo estudio revela, además, que el apoyo del cónyuge influye directamente en el nivel de satisfacción en el trabajo

En tiempos de crisis y austeridad, el porcentaje de familias sometidas al estrés de conservar su puesto de trabajo y de sobrellevar las imposiciones laborales es cada vez más alto. Un estudio realizado en Florida confirma que, en la actualidad, la economía es la principal causa de los fracasos matrimoniales y de un peor desempeño laboral. Por otro lado, según los expertos, el hecho de contar con el respaldo de la pareja tiene un efecto positivo en la vida y en el trabajo. Por Iván Abreu Anaya.

 

Un nuevo estudio realizado por Wayne Hochwarter, profesor de administración de empresas de la Universidad Estatal de Florida College of Business, ha examinado el papel de apoyo en los hogares en los que el estrés diario es común, incluso en ambos cónyuges.

"Teniendo en cuenta que la falta de apoyo de la pareja representa una causa importante de divorcio y el descarrilamiento de la carrera de la otra persona, esta investigación es necesaria para abordar las cuestiones que afectan tanto al hogar como al trabajo", afirma Hochwarter.

Más de 400 parejas que trabajan, tanto en puestos de poca remuneración como los conocidos “cuello blanco”, participaron en la investigación de Hochwarter.

Hablemos de cifras

Según publica la Florida State University en un comunicado, aquellos participantes que informaron de altos niveles de estrés, pero que contaban con el apoyo del cónyuge, en comparación con los empleados estresados que no contaban con ese apoyo, experimentaron los siguientes beneficios positivos:

- Un índice de satisfacción con su matrimonio un 50% más alto
- Un 33% más de probabilidades de tener relaciones positivas con los compañeros de trabajo
- Mostraron una concentración en el trabajo un 25% superior
- Tuvieron 25% menos probabilidades de experimentar fatiga en casa después del trabajo
- El 20% afirmó sentir mayor nivel de satisfacción en el trabajo.

Por el contrario, "cuando todavía estás enojado o molesto por el estrés del día anterior, tu día de trabajo es probable que vaya en una sola dirección: hacia abajo", según Hochwarter.

 

La clave es “escuchar” al otro

Las parejas exitosas casi siempre mantienen un suministro constante de recursos de apoyo para con el cónyuge, en particular en los días más exigentes de oficina.

Según declaraciones de un gerente de ventas de 47 años, entrevistado para el estudio: "Tuve un día horrible, y lo único que quería era una comida casera y tiempo para mí mismo. En cambio, me llevé a mi esposa a cenar y los dos conversamos sobre las tensiones que nos ocasionaba un mal jefe y cómo los compañeros de trabajo no estaban dándolo todo por lograr los objetivos. Al final de la tarde, los dos nos sentimos mucho mejor ".

Hochwarter también afirma que los hombres son más propensos a responder positivamente a los ofrecimientos de ayuda y apoyo de la pareja. Las mujeres, por su parte, aprecian más el sentirse queridas y el recibir muestras de calor y afecto.

Ambos esposos y esposas, sin embargo, se muestran especialmente agradecidos por la ayuda de su cónyuge en conseguir tiempo fuera del trabajo y los problemas de casa para descansar simplemente y recargar sus baterías.

Lo que también se hizo evidente en el transcurso de la investigación fue el papel fundamental de la comunicación y de la confianza entre los cónyuges, sin ello, usted tiene una asegurado el fracaso, señala el autor del estudio.

La convivencia siempre viene de la mano de diferencias importantes, la clave es aprender a manejarlas y no tener miedo a aceptar la ayuda del cónyuge para ver claramente en que estamos fallando. Con un poco de suerte muchas malas reacciones pueden evitarse. Lo fundamental se ha dicho ya algunas veces: los problemas de oficina deben quedarse allí y al salir del trabajo nuestro deber es desconectar para poder disfrutar de nuestra vida personal y centrar la atención en otras cosas que también lo merecen.

Cuando nos negamos a ser ayudados ante un conflicto la relación se va debilitando, las dificultades son inevitables, pero la solución siempre existe.Es una prioridad controlar nuestros niveles de estrés y con esto mejorar nuestra relación de pareja. Es mejor evitar que una crisis se convierta en el final de la relación.

 

 

Revivir La Dimensión Mística









 

 

Despertar la dimensión chamánica

 

 

 

La categoría sostenibilidad, tomada en su sentido amplio y no reducida solo al desarrollo, abarca toda acción enfocada a mantener a los seres en la existencia, porque tienen derecho a coexistir con nosotros, y sólo a partir de esta convivencia utilizamos, con sobriedad y respeto, una parte de ellos para atender nuestras necesidades, preservándolos también para las generaciones futuras.

Dentro de esta concepción cabe también el Universo. Hoy sabemos por la nueva cosmología que estamos hechos de polvo de estrellas y nos sostiene y pasa por nosotros la misteriosa Energía de Fondo que alimenta todo y que se desdobla en las cuatro fuerzas –la gravitatoria, la electromagnética, la nuclear fuerte y la débil– que, actuando siempre juntas, nos mantienen así como somos.

Como seres conscientes e inteligentes tenemos nuestro lugar y nuestra función dentro del proceso cosmogénico. Si no somos el centro de todo, seguramente somos una de esas puntas avanzadas por las cuales el universo se vuelve sobre sí mismo, es decir, se vuelve consciente. El principio antrópico débil nos permite decir que, para ser lo que somos, todas las energías y procesos de la evolución se organizaron de forma tan articulada y sutil que hicieron posible nuestra aparición. En caso contrario, yo no estaría ahora escribiendo aquí.

A través de nosotros, el universo y la Tierra se ven y se contemplan a sí mismos. La capacidad de ver surgió hace 600 millones de años. Hasta entonces la Tierra era ciega. El cielo profundo y estrellado, las cataratas de Iguaçu, donde me encuentro ahora, el verdor de las selvas de aquí al lado, no se podían ver. A través de nuestra vista, la Tierra y el universo pueden ver toda esta indescriptible belleza.

Los pueblos originarios, de los andinos a los samis del ártico, se sentían unidos al universo, como hermanos y hermanas de las estrellas, formando una gran familia cósmica. Nosotros hemos perdido ese sentimiento de pertenencia mutua. Ellos sentían que las fuerzas cósmicas equilibraban el curso de todos los seres y actuaban en su interior. Vivir en consonancia con estas energías fundamentales era llevar una vida sostenible y llena de sentido.

Sabemos por la física cuántica que la conciencia y el mundo material están conectados y que la manera que un científico escoge para hacer su observación afecta al objeto observado. Observador y objeto observado se encuentran indisolublemente ligados. De ahí que la inclusión de la conciencia en las teorías científicas y en la propia realidad del cosmos es un dato ya asimilado por gran parte de la comunidad científica. Formamos, efectivamente, un todo complejo y diversificado.

Son conocidas las figuras de los chamanes, tan presentes en el mundo antiguo y que hoy están volviendo con renovado vigor, como lo ha mostrado el físico cuántico P. Drouot en su libro El chamán, el físico y el místico (Vergara 2001) que tuve el honor de prologar. El chamán vive un estado de conciencia singular que lo hace entrar en contacto íntimo con las energías cósmicas. Entiende la llamada de las montañas, de los lagos, de los bosques y selvas, de los animales y de los seres humanos. Sabe conducir tales energías para fines curativos y para armonizarlas con el todo.

En el interior de cada uno de nosotros existe escondida la dimensión chamánica. Esa energía chamánica nos hace quedar en silencio ante la grandeza del mar, vibrar con la mirada de otra persona, estremecernos ante un recién nacido. Necesitamos liberar esta dimensión chamánica en nosotros para entrar en sintonía con todo lo que nos rodea y sentirnos en paz.

Nuestro deseo de viajar con las naves espaciales por el espacio cósmico, ¿no será tal vez el deseo arquetípico de buscar nuestros orígenes estelares y el ímpetu de regresar al lugar de nuestro nacimiento? Varios astronautas expresaron ideas semejantes. Esta incontenible búsqueda nuestra de equilibrio con todo el universo y de sentirnos parte del universo pertenece a la noción inteligible de la sostenibilidad.

La sostenibilidad lleva consigo la valoración de este capital humano y espiritual cuyo efecto es producirnos respeto y sentido de sacralidad ante todas las realidades, valores estos que alimentan la ecología profunda y que nos ayudan a respetar y a vivir en sintonía con la Madre Tierra. Hoy se hace urgente esta actitud para moderar la fuerza destructiva que en las últimas décadas se ha apoderado de nosotros.

 

 

Leonardo Boff